El tipo de pan que se convierte en un tesoro para la salud al congelarlo
La clave está en la cantidad de azúcar en sangre que se asimila.
El pan es uno de los alimentos más ricos en hidratos de carbono complejos (almidón), lo que hace que muchos se alejen de él para consumirlo, especialmente aquellas personas que controlen su nivel de azúcar en sangre.
Sin embargo, se ha encontrado un método que puede reducirlo y que convierte estos almidones en los denominados almidones resistentes. Es tan sencillo como congelarlo. Sin embargo, no todos los tipos de pan respondían igual a este experimento, realizado para un estudio de 2008.
Esta investigación, llevada a cabo con una muestra de 10 individuos sanos, se centró en observar las características de congelar pan blanco, descongelarlo y tostarlo, comparando los resultados entre pan casero y pan blanco comercial.
En el caso del pan casero, se descubrió que se reducía un 31% la cantidad de azúcar en sangre en las dos horas siguientes si este se congelaba y se descongelaba. Pero lo más llamativo es que si después de ese proceso, el pan casero se tostaba, la reducción alcazaba un 39%.
Por otro lado, el pan blanco vendido en tiendas no alteró su composición al congelarse antes de tostarlo, pero sí que redujo el azúcar en sangre en un 25% si se tostaba. Estas diferencias podrían deberse a distintos factores como los ingredientes, el proceso de cocción o la forma en la que se elabora, ya que esto puede influir en la capacidad del pan de crear almidón resistente.
Aunque todavía se están estudiando los beneficios que puede tener el almidón resistente, algunos se han relacionado con el control de peso y la saciedad. Tal y como indica un estudio chileno publicado en 2018, hay distintos tipos de almidón resistente. El más destacado es el AR3 o retrogradado y se relaciona con beneficios como "regulra la composición de la microbiota, resultando en un aumento de los probióticos, especialmente los grupos microbianos productores de butirato, y en una disminución de las bacterias patógenas".
A pesar de esto, todavía no hay grandes resultados de investigación al respecto, por lo que se recomienda que cualquier persona consulte con su especialista antes de cambiar su dieta, especialmente si se trata de población con un amplio control de sus niveles de azúcares en sangre o personas con algún tipo de diabetes.
