Por qué no deberías comerte la tostada quemada

Por qué no deberías comerte la tostada quemada

Hay una razón importante más allá de su mal sabor.

Dos tostadas en una tostadoraPIXABAY

Poner una tostada, que momentáneamente te olvides de ella y que se te queme es algo que a todos nos ha pasado alguna vez. En esa circunstancia, una de las reacciones tradicionales es coger un cuchillo y raspar la parte quemada del pan para tratar de aprovecharla.

Sin embargo, no es nada recomendable comerse una tostada que se haya quemado. Tal y como avisa el usuario de TikTok @farmaceuticofernandez, más allá de que no tenga buen sabor, hay una justificación mucho más importante que tiene que ver con tu salud.

“Lo que tienes que hacer es tirar esa tostada y hacer una de nuevo que esté dorada, porque cuando se quema se forma una sustancia llamada acrilamida que puede ser cancerígena”, se resalta en el vídeo.

¿Qué es la acrilamida?

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) precisa en su sitio web que “la acrilamida es una sustancia química que se crea de forma natural en productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocinado cotidianos a altas temperaturas (fritura, tostado, asado y también durante procesos industriales a 120ºC y a baja humedad)”.

“Se forma principalmente gracias a los azúcares y aminoácidos (sobre todo, la asparagina) que están presentes de forma natural en muchos alimentos. El proceso químico causante se conoce como reacción de Maillard, dando lugar a un color y un aroma que resultan organolépticamente apetecibles”, explica el organismo.

Tras el consumo, el tracto gastrointestinal absorbe la acrilamida, se distribuye a todos los órganos y se metaboliza. La glicidamida es uno de los principales metabolitos que resulta de este proceso.

Asimismo, la Aesan subraya que “la acrilamida y su metabolito, la glicidamida, son genotóxicas y carcinógenas. Puesto que cualquier nivel de exposición a una sustancia genotóxica podría dañar de forma potencial el ADN y conllevar la aparición de cáncer, los científicos de la EFSA concluyen que no pueden establecer una ingesta diaria tolerable (TDI) de acrilamida en alimentos”.