Elizabeth Clapés: "Las rupturas, en general, van de tolerar el dolor hasta que se pasa"

Elizabeth Clapés: "Las rupturas, en general, van de tolerar el dolor hasta que se pasa"

Entrevista con la psicóloga, autora de 'Perderte para encontrarme', una guía para superar el fin de una relación de pareja.

La psicóloga Elizabeth Clapés, conocida como @esmipsicóloga.PENGUIN

Las relaciones amorosas no suelen comenzar pensando en un final o en que puedan acabarse algún día, pero las rupturas ocurren y pueden convertirse en un momento vital de gran vulnerabilidad. 

Para dar herramientas para sobrellevar esa experiencia y para que se convierta en una oportunidad para saber más de nosotros mismos y de qué buscar o qué evitar en una eventual relación futura, la psicóloga Elizabeth Clapés —conocida en redes, donde divulga acerca de salud mental, como @esmipsicologa—ha publicado el que es su tercer libro, Perderte para encontrarme (Montena).

"A través de estas páginas vas a comprender el momento por el que estás pasando y cómo lo está viviendo tu cuerpo, vas a abrir los ojos y a relativizar la realidad para no hacerla más dolorosa de lo que es, a aprender a cuidarte para ser tu propio refugio y a florecer de nuevo para que, algún día, consigas mirar atrás y darte cuenta de que fue un proceso difícil, sí, pero valió la pena el esfuerzo", promete en la introducción.  

Todo eso lo logra de manera cercana y con su propio ejemplo, puesto que también aborda cómo salir de una relación de maltrato, algo que vivió en primera persona.

¿Por qué un libro de rupturas? ¿Por qué te has centrado en este tema?

Porque creo que están infravaloradas para lo muchísimo que duelen y lo mal que se pasa. Además, como he acompañado a muchos pacientes en este proceso es algo con lo que me siento cómoda trabajando y con lo que conecto mucho. Además, siento que se me da bien.

Hay una reflexión que haces al principio acerca de que todos cambiamos, que ni siquiera nosotros somos los mismos al cabo de unos años, y tampoco podemos esperar que el otro de la pareja no lo haga. ¿Crees que eso influye mucho en las rupturas, sobre todo en las que se producen tras mucho tiempo de relación? ¿Hay que normalizar más las rupturas?

En la vida evolucionamos y las relaciones evolucionan con nosotros o no, y ahí sí se pueden dar rupturas. De hecho, es un motivo de ruptura bastante frecuente. Y normalizar las rupturas, sí, entender que pueden formar parte de los vínculos y que eso no implica que el vínculo haya fracasado. Esto de 'si no es para siempre' no, no tiene por qué. Hay relaciones maravillosas que duran dos, tres, cuatro, cinco, veinte años, o tres meses, y el hecho de que hayan durado poco no implica que fueran un fracaso, ni muchísimo menos.

"El hecho de que [algunas relaciones] hayan durado poco no implica que fueran un fracaso"

Al hilo de esto, entonces, ¿crees en el amor para toda la vida?

Al final, tenemos la capacidad de querer toda la vida, no caduca. Sí puede ser; hay que trabajarlo, también. Podemos tener amigos de toda la vida y para toda la vida y, por tanto, parejas también, es un vínculo más, pero evidentemente, cuando pasas tanto tiempo con alguien es muy, muy probable que surjan más motivos de conflicto y se rompa la relación con más facilidad, pero no tiene por qué.

¿En tu día a día, cuáles son los motivos más habituales que te encuentras cuando tratas una ruptura?

Me encuentro mucho la sensación de desesperanza de 'no voy a conocer a nadie más así', 'se acaba mi vida' en personas que nunca se hubieran imaginado tener que estar pasando por un proceso de ruptura, que no concebían el final de la relación como una posibilidad. Me encuentro mucho problema también por tema de no verse capaz de dejar la relación por haber hijos de por medio, por haber hipoteca, familia, proyectos... Y también me encuentro mucha infidelidad, muchas terceras personas, que eso agrava el proceso de ruptura, hace que sea más doloroso.

Acerca de la infidelidad, explicas en el libro un mecanismo que igual no tenemos muy interiorizado. Vienes a decir que una traición nos deja muy necesitados de validación y la buscamos en esa persona que nos ha hecho daño.

Sí, no lo entendemos. Cuando alguien lo hace lo castigamos mucho desde fuera, pero cuando pasa dentro no es tan fácil. En el caso de una infidelidad lo que interpretamos es como si nuestra pareja nos estuviera diciendo 'me gusta más otra persona que tú, lo que significa que tú eres menos'. Si nuestro valor está dependiendo de cómo nos trata el otro o de esta interpretación que hacemos, entendemos 'si tú me quitas ese valor, el valor lo tienes tú'. Si tú me quitas algo, significa que eso que me falta lo tienes tú, por lo tanto si yo busco que me lo devuelva alguien, vas a tener que ser tú. Por eso tiene sentido cuando alguien nos es infiel o nos trata mal que busquemos esa misma validación en la persona, porque es quien nos la ha quitado y quien nos la tiene que devolver.

"Tiene sentido cuando alguien nos es infiel o nos trata mal que busquemos esa misma validación en la persona, porque es quien nos la ha quitado"

¿Qué le dirías a alguien que se plantea perdonar una infidelidad? Porque esto socialmente está mal visto.

Castigado, sí. Yo lo primero que hago siempre es preguntar si la persona se ha enterado de la infidelidad por sí misma o se lo ha dicho su pareja, porque esto es muy importante.¿Has tenido que luchar tú el enterarte? Entonces, lo primero es si te has enterado tú o tu pareja ha tenido la honestidad y el valor de contártelo. Luego, por otra parte, si cuando te has enterado, tu pareja lo ha admitido o lo ha negado y te ha hecho creer que estás loca y que te lo estabas imaginando todo. Después, si ha habido algún tipo de mala intención detrás. Esto lo veo mucho en consulta, el 'he sido infiel porque tú no me das lo que necesito', o culpar a la persona afectada de infidelidad cuando no hay nadie más culpable que el infiel. Aún así, seguro que hay cosas de la relación que explican por qué la otra persona ha acudido a un tercero. Nos denota carencias pero, obviamente, no es la solución el ponerle los cuernos a tu pareja.

Se habla ahora mucho del apego, sobre todo en relaciones o del que hemos tenido de niños. Como psicóloga, ¿crees que se ha puesto de moda? ¿Se está entendiendo bien?

Está muy bien hablar de apego, porque explica muchísimas cosas y a las personas también les ayuda a poner nombre a lo que les sucede, que esto es fundamental para calmar el malestar que les supone la situación que están viviendo. Sí que es verdad que cuando generalizas o pones en manos de gente sin formación información que no saben manejar, se puede utilizar de una manera mala. Pero bueno, tampoco diría que este es el mayor problema que tenemos, de hecho creo que es mucho más grave, entre comillas, no saber sobre un tema, vivir en la ignorancia y seguir sufriendo. Hace no mucho no se hablaba del maltrato y, como no se hablaba, había muchísimas más mujeres en relaciones de maltrato de las que hay ahora —que ojo, no digo que sean pocas, son muchísimas—. Antiguamente estaba más normalizado porque estaba invisibilizado. Prefiero la sobreinformación que la ignorancia, sobre todo en casos de salud mental.

Mencionas el maltrato y, precisamente, dedicas toda una parte del libro a cómo salir de una relación en la que lo hay. De hecho, te abres y cuentas tu propia historia. ¿Te ha costado hacerlo?

Es una lucha diaria. Es muy complicado y por eso he querido dedicar un capítulo a ello, porque al final no es lo mismo una ruptura que una ruptura tras el maltrato, porque en una normal, digamos, puede haber dependencia emocional, un duelo... pero cuando hay maltrato va mucho más allá. Como digo, es otro nivel y es pasarse el juego de entre todas las rupturas. De hecho, no tiene nada que ver con una ruptura al uso.

"No es lo mismo una ruptura que una ruptura tras el maltrato"

¿A alguien que se pueda encontrar en esa situación en la que tú te viste, cuál sería el principal consejo que le darías?

Que aguante el malestar, que aguante la abstinencia. La tolerancia al dolor, que es lo que digo bastantes veces en el libro. Tenemos que entender que las relaciones de maltrato están para salir de ellas, no hay otra función. Si en una relación tú te estás sintiendo de esta manera, la única vía es salir: no hay terapia de pareja, no va a pasar el tiempo y va a mejorar, no va a cambiar de la noche a la mañana, ni en cinco años. El entender 'no va a cambiar y, por lo tanto, la única vía es la salida' y, a partir de ahí, la tolerancia al dolor, porque es aguantarlo como una jabata, básicamente. Es aguantar la abstinencia, toda tu cabeza, que te va a jugar muy malas pasadas... Pero hay que aguantar y, una vez sales, miras hacia atrás y dices 'ostras, menos mal que hice ese proceso tan duro'. Las rupturas, en general, van de tolerar el dolor hasta que se pasa.

Y un poco también un trabajo del día a día, ¿no? Porque también hablas de ese miedo a la soledad, que sólo se puede superar estando solo un día y otro, y otro, y el siguiente...

Sí, y hacer actividades agradables y muchas otras cosas. Pero al final, la tolerancia del dolor. Esto es como si te rompes una pierna y te digo que te puedes tomar un ibuprofeno para que te duela menos. Eso significa que quizá te duele un 20 o 30% menos, pues es lo mismo que si acabas de pasar una ruptura y te vas un rato con tus amigas a que te dé el aire. Puedes calmar un poquito el dolor, pero al final, la pata está rota; la pierna va a doler y hasta que no te recuperes no vas a estar sin dolor. Pues es lo mismo, cuando pasas por una ruptura puedes tomar pequeñas píldoras de analgésicos, como estar con tus amigos, salir, hacer cosas que te diviertan... pero el dolor está ahí, el sufrimiento, la raíz del dolor, no se va con nada hasta que no lo pasas.

Hay que transitarlo...

Hay que transitarlo, ¡ya me gustaría que hubiera una pastillita para quitarlo!

Siguiendo con esto de las heridas, también utilizas la metáfora de que una herida abierta en tu cuerpo no andas tocándotela porque sabes que te va a empeorar, pero sí hacemos esto de 'ahora voy a contactar con mi ex', 'ahora voy a mirar sus redes sociales'... En este sentido, ¿el contacto cero nos cura?

Lo que cura realmente es todo el proceso, pero el contacto cero lo que hace es que no te cueste más. Es decir, si tú estás tratando de acostumbrar a tu cuerpo a la ausencia de alguien, no puedes acostumbrarlo a algo que no está viviendo. Si tú quieres acostumbrarte a la no presencia de alguien, si lo vas trayendo de manera intermitente tu cuerpo no se adapta. Todo lo contrario, va a tener un refuerzo intermitente, lo cual le va a generar muchísima más ansiedad de que vuelva a venir esa persona y se entra en un bucle terrible.

Cuando se produce una ruptura, ¿tú aconsejas tener un cierre?

Bueno, hay veces que no nos lo permite la otra persona. Por supuesto que lo mejor para la cabeza es que las historias tengan un final, pero hay veces que la otra persona por X o por Y, y en parte por irresponsabilidad afectiva o porque hay vidas complicadas y no me voy a poner a opinar sin conocer la vida de todo el mundo, no lo permite. Para eso, lo que yo recomiendo es un cierre unilateral: escribir una carta y hacer un ritual de despedida para que tu cerebro entienda que eso está finalizado.

¿Cuándo dirías que habría que ir a terapia por una ruptura? ¿Qué señales nos podrían estar diciendo 'oye, necesitas ir'?

Lo primero, y me voy a lo más grave, es tener pensamientos autolesivos o de quitarnos la vida. Por otra parte, el ver que pasan los meses y no levantamos cabeza, no socializamos, nos aislamos, hemos perdido las ganas de todo o de casi todo, lo que antes nos hacía ilusión ya no nos entusiasma. Que la tristeza nos dificulta llevar una vida normal, ir a trabajar... Cuando el malestar es lo suficientemente significativo como para interferir en nuestra vida es cuando hay que pedir ayuda, entendiendo que hay que dar un margen de más de un mes, dos meses, más o menos. La primera semana es normal que interfiera en tu vida, y la segunda, y el primer mes.

"Cuando el malestar es lo suficientemente significativo como para interferir en nuestra vida es cuando hay que pedir ayuda"

Y como curiosidad, ¿por qué dices que comer chocolate tiene todo el sentido en una ruptura?

[Se ríe] Digamos que el chocolate nos proporciona eso que nuestro cuerpo está echando en falta, no sólo por esto, sino porque es algo dulce o agradable. Cuando tú estás muy triste, lo único que te apetece es recibir un poquito de aquello que te hace feliz. Al final el cerebro te va a pedir aquello que sabe que, estando en la situación en la que está, le da un mínimo placer.

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