Una americanada salva a cualquiera de un día tonto o de un fin de semana lluvioso. No importa lo fan que se sea de la ciencia ficción, el terror o el thriller. Por muy empalagosa que sea una película (comedia) romántica made in USA, no hay género que tenga mayor facilidad para enganchar al público en el salón de casa.

¿Quién no ha caído rendido a Mejor... imposible, Cuando Harry encontró a Sally, 500 días juntos, 50 primeras citas, Cuando menos te lo esperas, Amor y otras drogas o Algo pasa con Mary?

Y cuanto peor es la película, más te atrapa. Cómo perder a un chico en 10 días, 10 razones para odiarte, La cruda realidad, La proposición, Planes de boda, La boda de mi novia, Con derecho a roce o Sin compromiso son la prueba de ello, entre muchas otras.

Mejores o peores, todas tienen algo en común que no cambia con el paso de los años: los clichés. Da igual lo antigua o lo reciente que sea la producción, todas comparten los mismos.

A algunas se les tiene cariño, a otras se recurre para echarse la siesta y el resto pueden parecer hasta grandes películas por la nostalgia que despiertan. Sin embargo, todas generan las mismas dudas:

1. ¿Por qué los estadounidenses son tan confiados como para dejar el coche abierto y tan desconfiados como para llevar un arma encima?

2. ¿Por qué cada vez que piden comida a domicilio eligen la gastronomía china?

3. ¿Por qué después de una escena de sexo ella siempre se pone la camisa de él en lugar de su propia ropa?

4. ¿Por qué si beben alcohol a morro la botella tiene que estar dentro de una bolsa de papel? ¡Si se nota perfectamente qué hay dentro!

5. ¿Por qué se empeñan en seguir utilizando un busca en la era del smartphone?

6. ¿Por qué van a ver un partido de baloncesto con un guante de un dedo gigante? ¡Eso sólo está abocado a la tragedia! El de al lado tiene que estar con mil ojos puestos en su cerveza para protegerla.

Ciudadanos de Estados Unidos, seguramente no todos actuéis de la misma forma que los personajes de vuestro cine, pero la industria os vende así. Os entendemos: medio mundo piensa que en España se baila flamenco en la calle y que vestimos bata de cola. No desesperéis.