El ex director de Seguridad Nacional de España avisa de las consecuencias del arma que puede conseguir Ucrania

El ex director de Seguridad Nacional de España avisa de las consecuencias del arma que puede conseguir Ucrania

Miguel Ángel Ballesteros ha abordado el futuro de la invasión rusa de Ucrania en 'Las mañanas de RNE'.

Tanques ucranianos en dirección a Lyman en el Oblast de Donetsk, Ucrania.Jose Colon/Anadolu via Getty Images

Miguel Ángel Ballesteros, experto en geopolítica y ex director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), ha abordado en Las mañanas de RNE la guerra en Ucrania, desatada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, hace más de dos años, y el papel de Occidente en el conflicto. 

Ballesteros ha afirmado que Europa y Estados Unidos "han jugado en esta guerra a no escalar". "A proteger a Ucrania, somos conscientes de que ellos nos están defendiendo a los demás, si resisten aumenta la disuasión frente a Putin para que no vuelva a intentar algo parecido, pero a la vez se tiene un sumo cuidado en no escalar", ha remarcado. 

El experto ha recordado que este martes están reunidos en la base de Ramstein los ministros de Defensa del Grupo de Contacto sobre Ucrania. "Uno de los temas que seguramente estarán sobre la mesa es si se le da a Ucrania los misiles Taurus alemanes o no", ha apuntado.

"Alemania no es partidaria de darlos", ha asegurado, y el motivo es que "son misiles de 500 kilómetros, y por tanto pueden alcanzar el territorio ruso. Y eso implica una escalada". "En Occidente nadie quiere una escalada", ha destacado. "El problema es que cuando mides tanto la ayuda no estás jugando a ganar la guerra, estás jugando a empatar, y a veces el que juega a empatar pierde", ha advertido el exdirector del DSN

Mientras, "lo que hace Rusia por su parte es: 'Bueno, no puedo ganar rápidamente, pero puedo ganar por agotamiento. Tengo más banquillo en población que puedo movilizar, tengo más reservas económicas y mejor economía que la ucraniana y los occidentales, ya se cansarán", ha señalado.

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Así, ha afirmado que Rusia solo tiene que aguantar hasta febrero de 2025, porque en febrero es posible que cambie la Administración en Estados Unidos y si Trump llega, de nuevo, a la Casa Blanca, "el escenario muy probablemente cambiará".