Los usuarios reciben un correo donde aparece que supuestamente han resultado ganadores de un premio valorado en 500 euros. Sin embargo, cuando pinchan en el enlace, los ciberdelincuentes consiguen robar sus datos personales y bancarios.
No es cuestión de romper tradiciones, de no divertirse o de ir a contracorriente. Simplemente, quemar como quemamos en estas fiestas no es sostenible ni, en muchos casos, necesario. Hay muchos cambios que están en nuestra mano.