Apertura del año judicial, de alto voltaje lo califican internamente. Una bomba de relojería, lo llegan a afirmar. Magistrados, fiscales, principalmente conservadores, pero no solo. El rey preside este viernes un acto complicado principalmente por dos circunstancias. La primera, García Ortiz, el fiscal general, llega a ese acto al borde del banquillo de los acusados. Y una mayoría de la cúpula fiscal NO está de acuerdo con su continuidad, sopesa incluso algún tipo de protesta sin poner en un brete al jefe del Estado, al rey. Se habla incluso de algún tipo de boicot. "Su presencia es un insulto al Supremo", llegan a decir.
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