Por qué dentro de poco los coches eléctricos serán más populares que los convencionales

Por qué dentro de poco los coches eléctricos serán más populares que los convencionales

Los vehículos eléctricos han alcanzado un punto de inflexión.

Desde hace una eternidad, los coches eléctricos han estado en la antesala de convertirse en un producto mainstream; de hecho, fue hace tres décadas cuando los grandes fabricantes de automóviles introdujeron los primeros conceptos operativos al respecto. A partir de ahí hemos visto el significativo impacto de los híbridos en el mercado y ahora parece que los vehículos totalmente eléctricos están destinados a cambiar para siempre el mercado del automóvil. Todo esto dará lugar a ciudades menos contaminadas y a cambiar qué pensamos sobre la energía y las distintas formas de utilizarla.

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En un pasado, el motivo por el que el vehículo eléctrico no conseguía avanzar era el alto coste de las baterías y su rango limitado. Los consumidores se dieron cuenta de que estaban pagando más por un coche que recorría distancias más cortas, algo que ha cambiado de forma radical recientemente. Una encuesta realizada en 2016 por Bloomberg New Energy Finance predijo que el coste total que supone tener un coche eléctrico —precio de compra y mantenimiento— podría ser más bajo que el de los coches diésel y petróleo en 2022.

Los costes de las baterías se han reducido enormemente —un 65% desde 2010— principalmente por dos razones: en primer lugar, los fabricantes han conseguido dar con otras maneras que permiten hacer los procesos y los materiales más eficientes, así que la producción se ha ha vuelto más barata. En segundo lugar, la economía de escala hace que, a medida que los vehículos eléctricos son más populares, la demanda que se incrementa reduce el precio de cada batería.

El otro factor decisivo en lo que se refiere a las baterías tiene que ver con las mejoras en sus componentes químicos, lo que significa que puede suministrar energía para distancias mayores. Mientras que previamente los vehículos eléctricos conseguían conducir entre 48 y 64 kilómetros entre cargas, ahora el desplazamiento estándar de un coche eléctrico está entre 129 y 161 kilómetros (más que suficiente para el día a día). Los vehículos que utilizan baterías más grandes pueden viajar tranquilamente 402 kilómetros entre cargas.

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Otras de las críticas hacia los coches eléctricos en el pasado ha sido la de ausencia de puntos de carga. Esto significaba que, especialmente en los desplazamientos largos, tenías que planificar de forma muy meticulosa e incorporar diferentes cosas para asegurarte de que no acababas en el medio de la nada con una batería acabada.

Sin embargo, en lugares como Reino Unido la red de puntos de carga se está expandiendo de forma muy rápida. A día de hoy existen 4.100, algo digno de resaltar si tenemos en cuenta que en 2011 existían poco más de 100. Si lo comparamos con las 8.472 gasolineras tradicionales (un número que ha descendido un 75% en los últimos cuarenta años) está claro que se está produciendo un cambio. De hecho, basándose en estas tendencias, los puntos de carga eléctricos superarán a las estaciones de servicio tradicionales en 2020.

En otras partes del mundo está sucediendo lo mismo. La Unión Europea tiene preparado un borrador que pretende aplicarse en 2019 y que significará que todas las casas nuevas o reformadas deberán tener un punto de carga para vehículo eléctrico, mientras que el 10% de los aparcamientos en edificios de nueva construcción necesitarán facilidades para cargar los coches en 2023.

Países como Holanda o Noruega están haciendo muchos esfuerzos en esta dirección ya que pretenden despedirse de los coches diésel en 2025. Nuevas tecnologías como una de alta velocidad que permitirá cargar un coche en unos escasos 40 minutos también se volverán algo habitual, convirtiendo el proceso en algo más cómodo para los conductores de vehículos eléctricos.

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Un añadido significativo para lo conductores de vehículos eléctricos es la convergencia de energía que se está viendo en áreas urbanas, y cómo estos vehículos interactúan con la dinámica de la ciudad inteligente. Por ejemplo, ¿qué te parecería que tu coche proporcionase energía a tu casa? ¿O recibir dinero porque tu vehículo aportase un suplemento a la red eléctrica?

Con la utilización de la energía solar en negocios y casas de forma cada vez más habitual, la posibilidad de transferir energía se irá incrementará. Como por ejemplo, los paneles solares de tu tejado podrán utilizarse para cargar tu coche durante las horas solares, mientras que la energía residual de la batería de tu coche puede volver a transferirse para aportar energía a tu casa durante la noche.

Las estaciones de carga también se pueden utilizar para devolver energía a la red eléctrica, un proceso que ya se puede ver en países como Japón, que tiene una de las flotas de vehículos eléctricos más grandes del mundo. Opera con los sistemas 'Vehicle to Grid' (V2G) que, esencialmente, transforman coches en generadores, dando la posibilidad a los usuarios de vender energía que proviene de los vehículos estacionados en la red eléctrica en los momentos en los que más hacen falta. Esta tecnología se puede combinar fácilmente con una aplicación en tu smartphone o un dispositivo alternativo que asegure que no se desperdicia esa energía.

Durante años nos han insistido en que el vehículo eléctrico es el futuro, pero cuando ese futuro comience a disiparse y la gente empiece a entender los beneficios económicos y ambientales, su popularidad comenzará a dispararse. En una generación, hay muchas posibilidades de que los vehículos eléctricos sean los únicos coches que veamos en las carreteras.

Electrify the World es una iniciativa de Nissan. Como pionera en vehículos eléctricos, Nissan cree en la necesidad de actuar ahora para un futuro más sostenible. Descubre más sobre estilos de vida inteligente y sostenibilidad.