La pócima para eliminar el arrepentimiento

La pócima para eliminar el arrepentimiento

Los 88 Peldaños del Éxito

Una de las peores losas con las que navegar por la vida es la losa del pasado. Nos arrepentimos de decisiones tomadas que creemos que no debimos tomar y de decisiones no tomadas que entendemos que sí debimos haber tomado. Primero nos sentimos culpables por el supuesto error, y luego nos acabamos mortificando y abatiendo por ello. Huelga decir que, cuando lo hacemos, nos construimos una barrera contra nuestro propio éxito. De ahí que, normalmente, se diga que somos nuestro mayor enemigo.

A lo largo de todos los Peldaños hemos ido limpiando la vía del éxito de toda la inmundicia que la ensucia y dificulta su tránsito, interponiéndose entre tú y tu objetivo. Los lamentos sobre decisiones del pasado son una carga que también forma parte de esa inmundicia y debe ser eliminada para despejar tu ruta al éxito. Aquí está la fórmula.

No evalúes tus decisiones en base a su resultado.

Hacerlo es valorarlas con información del futuro, pero no es justo evaluar con la información del futuro una decisión que tomaste en el pasado. La decisión puede ser buena aunque el resultado acabe siendo malo, porque...

(y esto es lo importante)

... tomaste la decisión que tomaste con la información que tenías en aquel momento.

Si decides comprar una casa porque consideras que es buen momento y te dará una seguridad a largo plazo, y al poco tiempo el mercado inmobiliario se desploma, los tipos de interés se disparan y el importe mensual de tu hipoteca se sitúa por las nubes, tu decisión seguirá siendo igual de buena que el primer día.

Incluso si perdieses tu trabajo, no pudieses hacer frente a la hipoteca y perdieras tu casa, tampoco podrías decir que tu decisión fue mala, porque todo eso son factores que no podías haber previsto y, por tanto, no entran dentro del círculo de factores que sí debes tener en cuenta para determinar si tu decisión fue buena o mala, esto es, los factores con los que contabas en el momento de tomar la decisión.

Puede ser que tomando en cuenta solo esos factores del pasado sí consideres que la decisión fue desacertada, pero incluso en ese caso, la pócima se mantiene: dado que nadie toma decisiones en contra de sus intereses, si tomaste la decisión que tomaste fue porque los factores con los que contabas —tus sensaciones, predicciones, miedos, los consejos de terceros y todo lo que pueda denominarse información en la que te basaste— todo eso te empujó a tomar esa decisión y, de hecho, si hoy volviesen a darse exactamente las mismas circunstancias, volverías a tomar la misma decisión.

Entender esto e interiorizarlo puede ser sinónimo de eliminar el arrepentimiento de tu vida, dejar de abatirte por cosas del pasado y centrarte exclusivamente en saborear tu presente y trabajar por tu futuro, aquél que contiene ese éxito que lleva tu nombre.

#88peldaños

Nunca juzgues una decisión del pasado con información del futuro.

@ANXO