La que era la única mujer en una línea de larga distancia en Almería paró 16 minutos, una parada no programada pero de fuerza mayor. "Me quedé atónita", dice. Ahora ha ganado el caso a sus antiguos empleadores.
"Hasta no hace mucho, parecía que los científicos ni se habían enterado de que más de la mitad del planeta tiene cuerpo de mujer, así que para qué estudiarnos".
Han tardado 20 años en diagnosticarme endometriosis y 23 en ponerme un tratamiento. No tiene cura. Es como un cáncer, benigno porque no nos mata, pero el dolor a la larga nos ha matado a muchas. Crecemos, y maduramos con un dolor tan agudo, tan penetrante, tan insoportable, que podemos llegar a hacernos daño tratando de calmarlo.