El Pentagono incumple sus normas con los productos rusos con la ayuda de un país del Mediterráneo
Defensa de EEUU compra productos petrolíferos, violando embargo de su propio Gobierno, según ha desvelado el diario 'The Washington Post'.
"El petróleo ruso prohibido fluye hacia la cadena de suministro del Pentágono". Este es el sorprendente titular publicado por el diario norteamericano The Washington Post, que pone en evidencia los recovecos del sistema de sanciones contra el Kremkin y la complejidad de aplicarlas y asfixiar por completo a los de Vladimir Putin. Hecha la ley, hecha la trampa.
Este medio explica que, después de que las naciones occidentales anunciaran prohibiciones sobre el petróleo ruso el año pasado en respuesta a la invasión de Ucrania, una refinería griega que presta servicios al ejército estadounidense actuó rápidamente para adaptarse. Al cabo de unos meses, les dijo a los inversores que había dejado de aceptar el petróleo prohibido y que en su lugar había encontrado otras fuentes.
Pero había una razón por la que el petróleo ruso, al menos sobre el papel, podía ser eliminado tan fácilmente de la cadena de suministro, detalla: los productos del petróleo que se originaron en Rusia siguieron fluyendo hacia la refinería de Motor Oil Hellas en el Mar Egeo en Grecia, según ha averiguado una investigación del Post, con datos de envío y comercio. "Simplemente tomaron una nueva ruta, a cientos de kilómetros de distancia a través de una instalación de almacenamiento de petróleo en Turquía, un viaje que oscureció la huella de Rusia ya que la propiedad de los productos cambió de manos varias veces antes de llegar a Grecia", indica.
En apariencia, el abastecimiento de fueloil por parte de la refinería desde la terminal marítima de Dortyol en Turquía "parecía confirmar los pronunciamientos de la Casa Blanca y los líderes europeos de que los embargos sobre el petróleo ruso estaban funcionando según lo planeado", privando al presidente Vladimir Putin de ingresos cruciales para financiar su agresión militar en Ucrania. "El hecho de que esos envíos contuvieran material originado en Rusia subraya la porosidad de las sanciones y la falta de aplicación agresiva de ellas", afirma.
Hay una corriente internacional que apuesta precisamente no sólo por más sanciones sino por más y mejores sistemas de control de su aplicación para evitar estas grietas, algo en lo que trabaja la Comisión Europa, por ejemplo.
Las cantidades de fueloil enviadas desde Dortyol a Motor Oil Hellas y la práctica industrial de mezclar productos de diferentes orígenes a medida que se almacenan "garantizan una gran cantidad de producto procedente de Rusia en la mezcla", según expertos de la industria con profundo conocimiento de los flujos de petróleo consultados por el periódico.
Llos registros de seguimiento de buques y los datos comerciales muestran que desde que las sanciones de la UE y el G7 a los productos petrolíferos rusos entraron en vigor en febrero del año pasado, los envíos del petróleo ruso al puerto de Dortyol han totalizado 2,7 millones de barriles, o más del 69 % de los suministros marítimos de los productos petrolíferos rusos.
Con ello, el medio, citando datos de contratación federal, ha señalado que desde principios de marzo de 2022, cuando entró en vigor el embargo de EEUU sobre el petróleo ruso, el Pentágono ha firmado nuevos contratos por un valor de casi 1.000 millones de dólares con Motor Oil Hellas.