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Advierten de la 'cara B' de las ofertas de aceite de oliva en los supermercados

Advierten de la 'cara B' de las ofertas de aceite de oliva en los supermercados

Los precios gancho que se ven en los lineales desdibujan la calidad del producto y distorsionan el mercado en origen, denuncian desde el sector.

Varias botellas de aceite virgen extra en un supermercado.GTRES

La gran distribución ha vuelto a utilizar el aceite de oliva como un gancho comercial, con ofertas llamativas que, no obstante, pasan factura al mercado en origen. En esta ocasión, ha sido Carrefour el que ha lanzado una promoción en la que iguala los precios del aceite virgen extra y el virgen, sin que en los lineales se lleguen distinguir las calidades. El sector lamenta que estas estrategias, lejos de beneficiar al consumidor, supongan una presión añadida para los productores y envasadores.

El aceite de oliva vuelve a colocarse en el ojo del huracán. Según ha denunciado el medio especializado Olimerca, Carrefour ha lanzado una oferta que ha encendido las alarmas entre productores y envasadores: una garrafa de cinco litros de aceite de oliva virgen extra y otra de virgen, ambas a 3,89 euros el litro. La promoción, vigente hasta el 11 de junio, se presenta en los folletos del gigante de la distribución como una oportunidad, pero esconde un desequilibrio que arrastra consecuencias para toda la cadena de valor.

En la imagen del folleto de Carrefour que ha publicado el medio especializado, se puede ver cómo las dos garrafas en promoción rompen su línea habitual de precios, situándose al lado de aceites con precios mucho más acordes a las cotizaciones reales en origen. Este tipo de estrategias provoca una presión añadida sobre los industriales envasadores, que se ven obligados a ajustar márgenes en una categoría donde ya se renuncia, en muchos casos, al beneficio para favorecer el precio final.

Desde el sector insisten en que el problema va más allá del precio: se pierde la referencia de calidad en el lineal. Si el virgen y el virgen extra se venden al mismo precio, se diluye el valor añadido del aceite de máxima calidad. El consumidor, con pocos elementos visuales o informativos que le ayuden a distinguirlos, termina por no valorar las diferencias. Y mientras tanto, el mercado en origen, donde se fijan los precios para agricultores y cooperativas, sufre las consecuencias de estas dinámicas.

El virgen extra pierde visibilidad

El uso del aceite de oliva como producto gancho no es nuevo. Tal y como recuerda Olimerca, esta práctica arrastra históricamente un lamento del sector, que denuncia cómo estas promociones puntuales, pese a atraer al consumidor, acaban generando un efecto dominó en toda la cadena. La gran distribución gana con el conjunto de la cesta de la compra, pero lo hace a costa de reducir márgenes en un producto clave para la dieta mediterránea y para la economía agrícola nacional.

Este tipo de ofertas también alimenta la confusión del consumidor, que en muchas ocasiones desconoce si está comprando un producto de máxima calidad o uno de inferior categoría. La equiparación de precios en el lineal elimina de facto cualquier incentivo para que el cliente valore las diferencias entre aceites, lo que acaba por devaluar el virgen extra en términos de percepción y posicionamiento comercial.

Con esta campaña, la cadena de distribución vuelve a priorizar el volumen de ventas por encima de la rentabilidad directa del producto. El mensaje que queda, en palabras del sector, es claro: vender más aceite a bajo precio, aunque sea a costa de tensionar el mercado y erosionar el valor de un producto emblemático.