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Más allá de la nostalgia: la 'magia' de las comedias románticas de los 2000 y por qué volvemos siempre a ellas

Más allá de la nostalgia: la 'magia' de las comedias románticas de los 2000 y por qué volvemos siempre a ellas

Desde hace años se ha intentado imitar a los clásicos del género, que ha atravesado una etapa de decadencia para desgracia de muchos espectadores. 

Renèe Zellweger en 'El diario de Bridget Jones'

"¡Con la voz en off de las comedias de los 2000!" o "Traed de vuelta las rom-com de los 2000" fueron algunas de las frases más repetidas cuando se desveló el primer tráiler de Materialists, la nueva película de Celine Song que protagonizan Dakota Johnson, Pedro Pascal y Chris Evans.

En este nuevo triángulo amoroso algunos han visto cómo se abría una ventana hacia el tipo de comedia romántica que se hacía a principios y mediados de los 2000, que en los últimos años ha pasado más desapercibida. A pesar de que la cinta parece que está más cerca de una dramedia romántica que de una pura rom-com, su estreno en Estados Unidos ha servido para muchos recuerden con nostalgia este tipo de películas y reclamen que vuelvan a rodarse.

Desde hace años se ha debatido largo y tendido sobre si las comedias románticas no han sabido adaptarse a los cambios en la sociedad y se ha hablado de una decadencia de este tipo de cintas, especialmente de las rom-com de calidad.

“Creo que hay una nostalgia en general hacia los 2000. No es una cosa que se concrete sólo en las comedias románticas. Si por ejemplo vas hacia el terror o hacia las aesthetic que ahora están boga, siempre hay esta idea de volver a los inicios de los 2000 nostálgicos”, defiende Diego Pinillos, guionista y profesor de la ECAM.

Para él, que esta época despierte nostalgia “tiene bastante sentido porque es cuando se crea la comunidad de internet y empieza una estética que es casi primigenia que llama muchísimo la atención ahora”, no solo para los que lo vivieron sino también para generaciones más jóvenes. “Si te fijas de pronto todo es Messenger, Los Sims 1… así que no creo que se centre todo en la comedia romántica, en el terror hay una tendencia brutal hacia lo dosmilero, lo que llaman el terror analógico, que es un poco ese mundo de transición entre lo analógico y lo digital y cómo eso afectó a la sociedad”, apunta.

“Creo que es ese punto tecnológico el que hace que en los años 2000 hubiera una eclosión de la comedia romántica. Está comprobado que en épocas muy técnicas hay una pulsión hacia lo emocional, auténtico, en lugar de hacia lo que hacen las máquinas. Lo mismo que pasó en el romanticismo con la Revolución Industrial”, cuenta Pinillos.

Qué tenían esas comedias para que se sigan viendo con nostalgia

A pesar de que la comedia romántica tiene una larga tradición desde hace décadas, el género vivió un momento dulce en los 2000. ¿Qué elementos contribuían a esa magia y han hecho complicado replicar el fenómeno? Según José Antonio Jiménez, profesor titular de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense, entran en juego varios factores. 

"Es cierto que hubo una serie de películas con una serie de características que por una parte seguían con el camino de reivindicar la comedia norteamericana y por otro lado había una reivindicación de la comedia clásica, de la lucha de sexos o de las confrontaciones sentimentales parecidas a las películas de George Cukor con Katherine Hepburn. Quizás esa línea un poco entre la modernidad y la tradición es lo que llamaba la atención", cuenta Jiménez. 

"Creo que la Piedra Rosetta de la comedia romántica es Jane Austen"
Diego Pinillos, guionista y profesor de la ECAM

Esa tradición adaptada a una nueva generación es algo en lo que coincide Diego Pinillos.  "La comedia romántica tuvo su gran eclosión en los 2000 pero viene de una tradición asentadísima. Porque ya es el screwball comedy de los años 30 te plantea cómo deben ser las películas románticas, pero yo creo que la Piedra Rosetta de la comedia romántica es Jane Austen", defiende Pinillos. 

"Sirve para interpretar casi cualquier cosa de relación romántica, especialmente de comedia que se haya hecho en la actualidad. ¿Qué es Jane Austen? ¿Qué es Orgullo y prejuicio? Además, se hizo una peli que tuvo un exitazo increíble en los 2000. Es la historia de una mujer que es bastante diferente al resto, que no se siente cómoda en su entorno, que aparecen dos hombres, uno de ellos que parece muy bueno y termina siendo problemático y otro que es problemático desde el principio pero ahí está el cliché de la comedia romántica del enemies to lovers y al final la cuida, tiene el aura de romántico torturado, la cuida y acaban juntos", pone de ejemplo el profesor, que recuerda que a pesar de que la película de 2005 se vendió como un drama romántico tiene elementos de la rom-com

Pinillos recuerda que "tiene un final feliz, que es otra cosa propia de las comedias románticas". "La película de Orgullo y prejuicio de Keira Knightley tuvo un exitazo en los 2000 y hubo otro remake de la historia en los 2000 que es una de las principales comedias románticas de la época que es El diario de Bridget Jones, que hasta el tío se llama Darcy", recuerda. 

La adaptación de Orgullo y prejuicio de 2005 sigue siendo un éxito dos décadas después, tanto que se ha reestrenado en cines por su 20º aniversario y se ha anunciado que Netflix hará una nueva adaptación con Emma Corrin y Jack Lowden. En el caso de Bridget Jones, se ha intentado seguir sacando el máximo rendimiento el éxito de la saga y este año se estrenó la cuarta entrega de las aventuras de la periodista protagonizada por Renée Zellweger. 

A pesar de que se ha intentado recuperar esa magia de la época, Pinillos cree que "es complicado de imitar". "Los millennials han crecido con un mundo que se les prometió, que era un mundo analógico, y en realidad el mundo al que nos adaptamos fue un mundo digital. No como la gente que vivió entera en un mundo analógico y llegó a un mundo digital cuando ya estaba formada, o la gente que vivió ya desde siempre en ese mundo", cuenta el profesor de la ECAM. 

"Es normal que cuando nosotros —millennials— empezamos a crear nuestra identidad y sentimientos lo hagamos en ese mundo de los 2000. Cuando nos sentimos perdidos en la vida, vamos a volver totalmente ahí"
Diego Pinillos

"Nosotros los millennials estamos en esa barrera, entonces es normal que cuando nosotros empezamos a crear nuestra identidad y sentimientos lo hacemos en ese mundo de los 2000. Cuando nos sentimos perdidos en la vida, vamos a volver totalmente ahí", defiende Pinillos. 

El guionista compara volver a ver esas películas como volver a escuchar música de la adolescencia como La Oreja de Van Gogh. "Si lo escuchabas de pequeño cuando no entendías esas emociones pero la cantabas en bucle, cuando necesitas volver ahí vuelves con todas las armas. Eso es lo que pasa con los millennials", cuenta Pinillos, que cree que para los gen Z o alpha el encanto reside en una especie de exotismo.

"Para las nuevas generaciones está habiendo ahí una pulsión emocional de los primeros 2000, un lugar estético que les interesa desde lo extraño. Un mundo que se parece al nuestro pero que no lo es tanto", defiende el guionista. 

El problema de no saber adaptarse

A pesar de ser una apuesta segura para la industria del cine durante décadas, la comedia romántica ha vivido una especie de decadencia en los últimos años que, para algunos espectadores responde a una saturación y, para otros, a no saber ir más allá de los clichés.

“Quizás ha habido una sobreexplotación de la misma y quizás ahora se busca otro tipo de humor. Igual no conecta tanto con la sensibilidad social”, opina José Antonio Jiménez.

“Quizás ha habido una sobreexplotación de la misma y ahora se busca otro tipo de humor. Igual no conecta tanto con la sensibilidad social"
José Antonio Jiménez

Para Pinillos, uno de los grandes problemas residió en que la inmensa mayoría de comedias románticas eran y siguen siendo“heteronormativas”. “Tienes la comedia romántica por excelencia de los 2000, que es Love Actually, en la que tienes todos los modelos de relaciones posibles, desde niños, hasta gente mayor, gente que acaba bien, mal, parejas interraciales… pero no hay ninguna pareja gay o lesbiana, es increíble”, lamenta el guionista.

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“Lo que se hacía en aquella época era Brokeback Mountain que era un drama absoluto donde la relación romántica solo lleva a la muerte y a la desesperación porque se hacía en tono de denuncia”, recuerda Pinillos.

"Tienes la comedia romántica por excelencia de los 2000, que es 'Love Actually', en la que tienes todos los modelos de relaciones posibles, desde niños, hasta gente mayor, gente que acaba bien, mal, parejas interraciales… pero no hay ninguna pareja gay o lesbiana, es increíble”
Diego Pinillos

Para intentar emular el éxito de las comedias de la época se ha tirado de remake, como es el caso de 10 razones para odiarte, de la que se ha anunciado una nueva versión en forma de trilogía. Eso sí, la nostalgia en muchas ocasiones no es suficiente y los espectadores demandan nuevas historias. “Es buscar una forma fácil de conectar con el público que además se ha demostrado que no siempre funciona. Determinados originales funcionaron por razones que igual es muy difícil replicar y se pretende jugar sobre seguro cuando luego al final no lo es”, asegura Jiménez.

La comedia romántica sigue teniendo tirón

A pesar de que es difícil replicar la magia de esas comedias que muchos vuelven a ver los domingos por la tarde en el salón de su casa, Pinillos cree que las comedias románticas pueden seguir siendo un éxito. “Creo que sigue teniendo bastante tirón sobre todo cuando hay una necesidad de distanciarte del mundo, de distraerte, con una pulsión escapista”, defiende.

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“El gran problema que tuvo es que no se supo actualizar y a día de hoy no llega a funcionar del todo por esos nuevos conflictos”, asegura el guionista, que pone el buen ejemplo de Bon appétit, una película española que, para él, se adaptó bien. “Supo llevar bien la transición de la comedia romántica, que los protagonistas no tienen porque acabar juntos, que las cosas son más complejas de lo que parecen, es más realista. Normalmente en las comedias románticas tradicionales eso no estaba y la diferencia fundamental era el estatus económico, como Notting Hill o Pretty Woman, un poco el efecto Cenicienta”, reflexiona Pinillos.

"Con la comedia romántica se puede poner una especie de lupa en las peculiaridades, los defectos, digamos las faltas o las características de la sociedad y de alguna forma nos permite parodiarnos para entendernos mejor y reírnos de nuestros estereotipos"
José Antonio Jiménez

Para Jiménez, “las relaciones humanas siempre serán un territorio a explorar”, por lo que siempre hay público para una buena comedia romántica. “Creo que además en el humor se pueden decir cosas que no se pueden decir de otra manera. Creo que se puede hacer comedia romántica como se puede hacer western o cine negro, cualquier cosa siempre que estemos explorando esas relaciones humanas. Con la comedia romántica se puede poner una especie de lupa en las peculiaridades, los defectos, digamos las faltas o las características de la sociedad y de alguna forma nos permite parodiarnos para entendernos mejor y reírnos de nuestros estereotipos”,defiende el profesor.

“Si adaptas temas actuales, que no tiene que ser que la gente se conozca por Tinder sino temas mucho más profundos dentro de la sociedad, puedes apelar”, añade Pinillos, que recuerda que la comedia romántica es “una excusa” para hablar de otros temas. “No siempre es el amor por el amor. En Notting Hill hablan de la fama y del precio de la fama, no solo es cómo nos vamos a enamorar. Ahora mismo y ahí es donde puede estar la vuelta de ese aprecio por las comedias románticas de los 2000, es porque estamos viviendo casi el final de esa revolución industrial que empezó en los 2000”, reflexiona el guionista.

"Si llega un momento en el que la IA es capaz de construirte una historia, ¿desde dónde puedo construirla yo que sea diferente a una máquina? Desde la emoción y desde el amor, entonces la comedia romántica es un género fundamental”
Diego Pinillos

Para él, los cambios sociales y tecnológicos están marcando la diferencia. “Aparecieron los ordenadores e internet, y ahora aparece la IA. En un mundo artificial, ¿cómo construimos relaciones en base a lo emocional? Si llega un momento en el que la IA es capaz de construirte una historia, ¿desde dónde puedo construirla yo que sea diferente a una máquina? Desde la emoción y desde el amor, entonces la comedia romántica es un género fundamental”, defiende.

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es