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De la publicidad cosmética en épocas fértiles a la seguridad laboral: los riesgos que pueden entrañar las apps menstruales

De la publicidad cosmética en épocas fértiles a la seguridad laboral: los riesgos que pueden entrañar las apps menstruales

Un reciente informe de la Universidad de Cambridge apunta al potencial comercio de datos de apps de salud femenina y los peligros que pasan desapercibidos.

Imagen de una app de seguimiento menstrual.Getty Images

Algo tan simple como un par de notificaciones al mes, una para avisar de cuándo te viene la regla y otra, generalmente en el caso de buscar un embarazo, con tus días más fértiles podría conllevar riesgos que se están pasando por alto en muchas mujeres. Si estos datos salen del uso de la aplicación podrían hacer que su realidad se pareciese más a una mezcla de El cuento de la criada y Black Mirror.

Algunas de las más populares de este sector, conocido como femtech, cuentan cada una con más de 10 millones de descargas solo en Play Store en España. En 2024, se estimaba que en todo el mundo rondasen las 250 millones de descargas. Sin embargo, detrás de ese “aceptar términos y condiciones” puede haber cierta filtración de datos que pueden suponer un peligro para las mujeres.

Según un nuevo informe del Centro Minderoo para la Tecnología y la Democracia de la Universidad de Cambridge publicado el 11 de junio, estas aplicaciones que aparentemente buscan mejorar la salud de las mujeres y que tengan un mayor control de su ciclo menstrual serían toda una “mina de oro” para los anunciantes y comerciantes de datos. No obstante, esto no es nuevo; en 2018, una investigación de Privacy International destapó que varias aplicaciones habían compartido datos con terceras empresas.

Las consecuencias de un comercio de estos datos, especialmente sensibles y por tanto valorados por los anunciantes, podrían tener consecuencias en las perspectivas laborales, el monitoreo del lugar de trabajo, la discriminación en el seguro de salud y el acoso cibernético, además de una posible limitación al acceso al aborto.

“Las aplicaciones de seguimiento del ciclo menstrual se presentan como una herramienta que empodera a las mujeres y aborda la brecha de género en salud”, señaló en la nota de prensa la Dra. Stefanie Felsberger, autora principal del informe del Centro Minderoo de Cambridge. “Sin embargo, el modelo de negocio de sus servicios se basa en el uso comercial, vendiendo datos e información de las usuarias a terceros con fines de lucro”, añadió.

Felsberg aseguró que “existen riesgos reales y aterradores para la privacidad y la seguridad de las mujeres como resultado de la mercantilización de los datos recopilados por las empresas de aplicaciones de seguimiento del ciclo” y puso el foco en ejemplos que pueden pasar desapercibidos como el utilizar las fases estrógenas del ciclo para aumentar la publicidad de cosméticos.

"Creo que la mayoría de las mujeres no son conscientes de que sus datos recabados por las apps menstruales pueden ser cotizados por empresas que comercien con datos. Y tampoco esto es responsabilidad de ellas, todos enemos una deficiencia en educación digital", explica a El HuffPost Luana Mathias Souto, investigadora del grupo Género y TIC (GenTIC) del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya y líder del proyecto THELMA (Reproductive Health Under Algorithm Surveillance).

“No sabemos cómo funcionan los aparatos tecnológicos, lo que pueden hacer y tampoco el valor que tienen nuestros datos para esas empresas. Pero podemos cambiar esta realidad y buscar más informaciones sobre las aplicaciones que usamos y lo que hacen con nuestros datos”, explica y recuerda que no hay una protección de datos clara y transparente accesible a todas las mujeres.

"Creo que la mayoría de las mujeres no son conscientes de que sus datos recabados por las apps menstruales pueden ser cotizados por empresas que comercien con datos"
Luana Mathias Souto, investigadora del grupo Género y TIC (GenTIC) del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya y líder del proyecto THELMA (Reproductive Health Under Algorithm Surveillance).

Los datos de embarazo, entre los más cotizados por las empresas y anunciantes

Según el informe de Cambridge, los datos relativos al embarazos son de los más cotizados por las empresas de marketing y anunciantes ya que señalan que ningún evento cambia tanto la vida de una persona, solo podría ser equiparable a comprar una casa.

Tal y como apunta un reportaje publicado en The New York Times, buen ejemplo de ello es que los responsables de marketing de la agencia Target se encargaron de tratar de enviar “anuncios especialmente diseñados a las mujeres en su segundo trimestre”, ya que “es cuando la mayoría de las futuras madres empiezan a comprar todo tipo de cosas nuevas, como vitaminas prenatales y ropa de maternidad”. “Sabíamos que si lográbamos identificarlos en el segundo trimestre, habría muchas posibilidades de capturarlos durante años”, aseguró uno de los trabajadores al citado medio.

“Hay muchas maneras en las que los datos sobre el embarazo pueden ser utilizados. Primero, como habla en el informe, hay una perspectiva comercial ya que las mujeres tendrán más intereses de compra de productos para este momento de sus vidas y de sus futuros hijos. Tenemos que comprender que las mujeres hacen parte del mercado laboral y de consumo hace pocas décadas, son un mercado nuevo con mucho potencial de compra y venta”, explica Souto.

Sin embargo, en THELMA ponen el foco en otro uso potencial de estos datos como es la biopolítica, una teoría filosófica de Foucault que apunta a que el potencial de los Estados es su capital humano y que “el cuerpo de las mujeres son espacios de creación y manutención de ese capital”. “Por eso los datos de embarazo son tan importantes”, añade.

Otro punto importante son los casos de las aseguradoras que, tal y como han demostrado diversas investigaciones, los datos recabados por estas apps, pueden servir para entrenar algoritmos para los seguros de salud y puede tener consecuencias como el aumento de los costos del seguro debido a la infertilidad percibida. “Son casos claros de violación de los derechos de privacidad y de protección de los datos personales, si las empresas acceden sin el consentimiento de las personas usuarias”, zanja Souto.

No obstante, cree que para casos de publicidad o usos comerciales, como los anuncios previamente comentados, "es necesario una regulación más específica que comprenda que estas informaciones pueden ser recolectadas y compartidas en distintas jurisdicciones”. “Eso es mucho complejo y necesita de un debate más amplio”, señala.

  Mujer siguiendo su ciclo menstrual en una app.Getty Images

Cuál es la protección en España

En el caso de España, la protección de los datos de estas aplicaciones se basa en la legislación europea, concretamente en la Ley General de Protección de Datos, aunque Souto advierte que “hay una laguna de perspectiva de género en esta normativa”: “No considera las implicaciones sociales, económicas, políticas y de género que el acceso a estos datos pueden traer para la vida personal y colectiva de las mujeres”.

La investigadora pone en relieve que "las mujeres no son consideradas sujetos vulnerables en términos de protección de datos” y que detrás de ello hay una “industria billonaria dedicada a nosotras y a recoger nuestros datos más íntimos”.

“Tenemos que tener en cuenta que hay una producción de leyes en un mundo patriarcal y se refleja en la vida de las mujeres. Por esto, tenemos en THELMA la propuesta de construcción de una moldura regulatoria con perspectiva de género para proteger los datos de las mujeres”, explica.

"Esta normativa no considera las implicaciones sociales, económicas, políticas y de género que el acceso a estos datos pueden traer para la vida personal y colectiva de las mujeres"
Luana Mathias Souto, investigadora del grupo Género y TIC (GenTIC) del IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya y líder del proyecto THELMA (Reproductive Health Under Algorithm Surveillance).

No obstante, señala que “la Ley General de Protección de Datos de la Unión Europea es una de las normativas más protectora que tenemos en el mundo”. Esto se debe, tal y como recogen desde Cambridge a que en el Reino Unido y la Unión Europea, “los datos de seguimiento menstrual se consideran de categoría especial, al igual que los relativos a la genética o la etnia, y cuentan con mayores garantías legales”.

A pesar de los avances, algunos otros han sido paralizados como es el caso del Código de conducta de privacidad en aplicaciones móviles de salud, promovido en 2013 por la Comisión Europea, que pretendía crear un código de conducta sobre privacidad en las aplicaciones móviles de salud con el fin de aumentar la confianza de los usuarios pero que finalmente no fue aprobado por el grupo de trabajo en 2018.

Actualmente, la situación en Reino Unido está dando un cambio hacia un modelo similar al de Estados Unidos ya que apuntan a que “se han utilizado aplicaciones diseñadas para la salud femenina para cobrar a las mujeres por acceder ilegalmente a servicios de aborto”.

Los autores de este informe ven la posibilidad de proteger aún más los datos recopilados con estas aplicaciones, que es que se integren en los “sistemas públicos de salud y que no buscan principalmente el lucro”, de esta forma, aseguran que “mitigarán las violaciones de la privacidad, proporcionarán datos muy necesarios sobre salud reproductiva y darán a las personas mayor autonomía sobre cómo se utilizan sus datos menstruales”.

Las diferencias con Estados Unidos y el caso del aborto

La realidad en Estados Unidos es muy distinta. Muestra de ello fue que en 2022, después de la derogación de la sentencia Roe contra Wade en Estados Unidos y la prohibición del aborto en numerosos Estados, se hizo un llamamiento a las mujeres para que borrasen esta app ya que si había rastro de datos de embarazo y se habían sometido a un aborto podrían ser acusadas de un crimen.

“Las aplicaciones de rastreo menstrual pueden ser obligadas por ley a presentar los datos de las personas usuarias, por eso, la recomendación para desinstalar las aplicaciones para que no puedan aportar ninguna prueba en su contra y acusarlas de un crimen”, explica Souto.

No obstante, la especialista recuerda que gracias a la Ley Orgánica 2/2010 en España la protección al aborto es total en las 14 primeras semanas de gestación, por lo que este escenario no podría vislumbrarse.

Además de esto, tal y como recogen en el informe de Cambridge, en EEUU los datos recabados por estas aplicaciones no tienen una protección especial como sí tienen en la Unión Europea. Tal y como explican, se regulan simplemente como de "bienestar general" y no se les otorga ninguna protección especial. “El seguimiento menstrual en EEUU debería clasificarse como datos médicos”, señala Felsberger.

Cómo protegerse ante este potencial riesgo

Para tratar de paliar o prevenir estos posibles riesgos de protección de datos íntimos, la clave es formarse e informarse, no necesariamente teniendo conocimientos específicos de tecnología o privacidad.

“Hay muchas aplicaciones con sólidos mecanismos éticos y de no compartimento de datos con otras empresas”, apunta Souto y anima a “las mujeres que quieran usar estas aplicaciones a buscar conocer un poco más sobre las aplicaciones que descargan, leer los términos y condiciones y elegir aplicaciones que tienen la opción, por ejemplo, de almacenamiento local de los datos”. Esto quiere decir que “los datos recogidos quedarán en tus móviles y no en una nube”.

De hecho, recuerda que para facilitar esta pedagogía sobre el uso de estas aplicaciones en THELMA cuentan con la propuesta para 2026 de “diseminación de materiales educativos con más información de estas aplicaciones para las mujeres”.

A nivel práctico, en la Agencia Española de Protección de Datos recomiendan leer y no pasar por alto los términos y condiciones, prestando especial atención en puntos como “los datos de contacto del titular, los códigos de conducta, responsabilidades y mecanismos para la resolución de conflictos”, así como en los permisos de la aplicación y en quién es el desarrollador, es decir, quién está detrás.

Por ejemplo, los especialistas recomiendan tener en cuenta para qué se usa la aplicación y qué permisos son imprescindibles y desconfiar de aquellas que exijan demasiados. En el caso de las apps menstruales por ejemplo, desconfiar si piden permisos como la ubicación, la cámara, los contactos o el micrófono ya que no hay justificación alguna tras esto.

Para una consulta rápida, antes de descargar las apps en Play Store se puede consultar el apartado “Seguridad de los datos”. Ahí se puede consultar información sobre los datos que recopila cada aplicación, cuáles son obligatorios y cuáles son opcionales y puedes abstenerte de compartirlos y qué prácticas de seguridad llevan a cabo, por ejemplo, si se puede solicitar que eliminen los datos y qué cifrado tienen mientras son tratados.

  Ejemplo de la política de privacidad de una app de seguimiento menstrual en Play Store.Play Store/El HuffPost

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es