"La base era la ley de amnistía y que no quedase gente pendiente. Si esta base falla, al resto no hace falta ni que lleguemos", sentencia el secretario general de JxCat.
Junts confía en sacar adelante sus enmiendas en los próximos 15 días mientras el Gobierno, tajante, ya ha entonado un rotundo de aquí no nos vamos mover.
La decisión de Junts de dejar caer la amnistía en el Congreso abre una nueva etapa tras meses de encuentros, desencuentros, enfrentamientos y negociaciones al límite.
El ministro de Justicia defiende la enmienda pactada para modificar el alcance de la futura ley de amnistía, adecuándola a la legislación y convenios internacionales, asegurando que la refuerza y la mejora.
Pactan una enmienda para que este tipo de delitos sean amnistiables, excepto que "siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos", blindando a Tsunami, CDR, Puigdemont y Rovira.
El ministro de Política Territorial ha precisado que el acuerdo con Junts no supondrá una transferencia a Cataluña, sino que se delegarán las competencias en materia de migración, pudiendo el Estado recuperarlas en un futuro.
El secretario general de la formación independentista catalana asegura que se reunirán "para hablar de la negociación y profundizar en la resolución del conflicto". La portavoz del Gobierno asegura que "no le consta" que esté "agendada".
Según la última encuesta de 40dB para la SER y El País muestra que la mayoría considera un privilegio e injusta esta medida pactada con los independentistas.
Francisco Galindo-Vélez cuenta con una dilatada experiencia en conflictos diplomáticos aunque su especialidad se centra en las crisis de refugiados y los derechos humanos.