Los profesores de Educación Física se movilizan para exigir más horas de su asignatura

Los profesores de Educación Física se movilizan para exigir más horas de su asignatura

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El Ministerio de Sanidad quiere correr más, pero el de Educación prefiere mantener o bajar el ritmo. El número de horas de Educación Física que se imparten en los colegios e institutos enfrenta a ambos departamentos. Sanidad advierte de que la actividad física en niños y adolescentes es vital y alerta de que actualmente los menores tienen "conductas sedentarias durante un tiempo demasiado prolongado".

Pero Educación no pone remedio y descarta un aumento del horario mínimo, pese a llamamientos de los expertos, que avisan de que no son suficientes las dos horas semanales de Educación Física que se imparten en Primaria y en la ESO (a partir de 2º de Bachillerato no hay) en la mayor parte de las Comunidades Autónomas.

España, de hecho, suspende en esa asignatura cuando se mide con la mayoría de sus compañeros europeos: dedica entre el 3 y el 6% del “currículo mínimo recomendado” a la Educación Física, al mismo nivel que países como Malta y Turquía pero lejísimos de otros como Francia, que alcanza el 16%, según un estudio que la oficina de estadísticas escolar de la UE (Eurydice) publicó en 2013. España imparte de media 53 horas anuales de esa asignatura en Primaria y 35 en Secundaria, también a gran distancia de Francia o Austria (más de 100 en ambos casos).

A la luz de estos datos, miles de alumnos salen este viernes a las calles en cerca de 35 ciudades en la cuarta edición del Día de la Educación Física en la Calle, una iniciativa que nació en Asturias y se ha extendido por toda España. Con ella, los profesores de esa asignatura tratan de dar a conocer su labor, concienciar a la población de la importancia de la materia y reclamar más horas de clase. Piden que, al menos, se impartan tres horas a la semana, el mínimo que recomiendan la Organización Mundial de la Salud y el Parlamento Europeo. Afirman que lo ideal, aunque complicado, sería llegar a las cinco.

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“ESTAR EN EL SOFÁ ES LO FÁCIL, NO LO MEJOR”

“Hace años, los niños salían bastante más a correr y a jugar a la calle con sus amigos. Ahora, con las tecnologías, esa base la han perdido mucho”, advierte Diego Olivar, profesor de Educación Física en el Colegio Juan XXIII de Valladolid y uno de los coordinadores de la jornada. Subraya que la Educación Física es la base fundamental para fomentar que los niños hagan deporte, para que se den cuenta de la importancia de una vida activa y de que “estar sentados en el sofá es lo más fácil, pero no lo mejor”.

Olivar alerta de que para muchos niños y jóvenes las clases de Educación Física constituyen toda su actividad física y afirma que dos horas a la semana suponen, en realidad, 80 minutos porque cada sesión se ve mermada por los preparativos. Y eso, advierte, no es suficiente. Lamenta, además, que les prometieron que tendrían tres horas semanales cuando Madrid lograse los Juegos Olímpicos: “Lo lógico es hacerlo porque es necesario, no por las Olimpiadas. No buscamos que sea la asignatura más importante, sino que se den cuenta de que tener un estilo de vida sano es, muchas veces, más clave que saber hacer ecuaciones. Ahora es la ‘maría’ y creemos que a largo plazo puede ser la más importante”.

Pero más horas de Educación Física supondría quitar tiempo a otras materias o alargar la jornada de los alumnos. ¿Cómo compatibilizarlo? Olivar da una idea: “Se podría dar la opción de cogerla como asignatura de libre o, por lo menos al principio, proponer la posibilidad de que, quien quiera, tenga una hora más al final de clase, como ocurre en muchos países. La gente normalmente se queda más tiempo por hacer deporte y por relacionarse socialmente”.

LUCHANDO CONTRA LOS “PREJUICIOS”

Carles González, profesor del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña, explica que uno de los problemas son los “prejuicios” que tienen muchos padres, profesores y políticos. “Se creen que es una asignatura que no vale para nada, que aún estamos saltando el plinton y el potro, que es algo del siglo pasado”, se queja.

González afirma que en la asignatura se “educa a través del movimiento y del conocimiento del cuerpo” y lamenta que su importancia se hará evidente sólo “cuando el porcentaje de obesidad y de sobrepeso infantil esté ya descontrolado”.

“En vez de actuar con prevención, como deberíamos hacer, pondremos la solución cuando sea muy complicado. Hay que dar herramientas a los niños para que sigan activos el resto de su vida porque después del colegio harán deporte o no en función de su experiencia, de lo que hayan hecho en la escuela”, afirma. Y dice que todo lo que se haga en Educación Física debe ir orientado a ese objetivo. “Cuando en algún sitio, ya sea escuela o instituto, algún profesor no orienta su acción docente hacia ese objetivo, está fuera de contexto”, avisa.

Por ejemplo, dicen los expertos, aquello de que la nota en la asignatura dependa de lo rápido que se corra o de lo lejos que se lance un balón debería haber pasado a la historia en todos los casos. Ahora no debe primar tanto lo competitivo, sino lo cooperativo, para potenciar que los alumnos mejoren a niveles sociales.

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MEJORABLE FORMACIÓN DEL PROFESORADO

Vicente Gambau, presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Licenciados en Educación Física, cree que la formación de los profesores es, precisamente, otro de los problemas. “Es imposible conseguir los objetivos si no se amplía el número de horas lectivas y si no se mejora la formación del profesorado”, zanja.

En este sentido, afirma que la Educación Física ha salido muy mal parada de la ‘ley Wert’. “Hasta ahora, en Primaria se hacían cargo de la Educación Física maestros con una especialidad. Con la Lomce han eliminado la especialidad y ahora tenemos un profesor generalista que no sabe de Educación Física. Si resulta que para Secundaria sí se necesita gente altamente cualificada, ¿por qué en Infantil y Primaria no?”, se pregunta.

Gambau lamenta que ahora priman más “materias que influyen directamente en los resultados del informe PISA”, lo que, en su opinión, es “una mala orientación”. “Está demostrado que la Educación Física es beneficiosa y que mejora los logros académicos. Los niños que son activos y realizan una Educación Física suficiente y de calidad están consiguiendo mejores notas que los sedentarios”.

Por eso, Gambau lamenta que en España “se esté recortando las horas de Educación Física e intentado que los padres utilicen servicios privados extracurriculares”. “Eso está generando situaciones de desigualdades para quien no puede pagar esos servicios”, remata.