La calle que encontrarás en muchas de las ciudades de España cuyo origen se remonta a una histórica batalla
Cambió el rumbo de la guerra.

Hay nombres que se repiten una y otra vez en las calles de ciudades y pueblos por toda España, como si escondieran un legado compartido que atraviesa generaciones. Algunos de esos nombres parecen comunes, incluso insignificante, pero muchos guardan episodios decisivos de la historia nacional.
Son pequeños homenajes de momentos en los que el rumbo del país cambió para siempre, de gestas que rompieron el curso esperado de los acontecimientos y dejaron una huella profunda en la memoria colectiva.
Uno de esos nombres, presente en esquinas, avenidas y calles principales, conmemora la primera gran derrota de las tropas napoleónicas en suelo europeo. Esa calle, que tantos reconocen sin saber por qué, se llama Bailén.
Su origen
El nombre proviene de Bailén, una localidad de la provincia de Jaén, donde el 19 de julio de 1808 se libró una de las batallas más decisivas de la Guerra de la Independencia Española. En ella, las tropas españolas, en una acción cargada de improvisación y valentía, derrotaron al ejército imperial francés en campo abierto, algo que hasta entonces parecía impensable.
El enfrentamiento sucedió por sorpresa, en un punto del mapa que ni franceses ni españoles esperaban. Las tropas imperiales se dirigían hacia el sur, rumbo a Cádiz, con la intención de proteger su armada. Fue entonces cuando se produjo el encuentro. Ninguno de los bandos conocía con precisión la posición del otro, y sin embargo, se toparon. La victoria española sorprendió al propio Napoleón, que había confiado el mando de las tropas invasoras al mariscal Dupont.
El principio del cambio
A pesar de que la guerra duraría seis años más, la Batalla de Bailén fue el primer golpe serio al imperio napoleónico, una grieta en el mito de la invencibilidad francesa. La noticia tardó diez días en llegar a Madrid, pero su efecto fue inmediato pues José Bonaparte, hermano de Napoleón y rey impuesto en España, huyó de la capital al conocer el desastre militar.
Este triunfo tuvo un enorme impacto moral. Unió a las distintas fuerzas patriotas del país y demostró que el ejército francés podía ser vencido. A nivel internacional, la batalla fue seguida con atención por otras potencias europeas, que vieron en España un frente activo de resistencia frente a la hegemonía napoleónica.
La derrota en Bailén marcó también el destino de miles de soldados franceses, muchos de los cuales fueron hechos prisioneros y enviados a la isla de Cabrera, en Baleares, donde las duras condiciones acabaron con la mayoría de ellos.