El universo-holograma de Stephen Hawking

El universo-holograma de Stephen Hawking

ROSA M. TRISTAN

El auditorio tinerfeño Magma rebosaba. Stephen Hawking explicaba sus teorías sobre el origen del Universo, dentro del Festival Starmus, y no había un hueco libre. Se respiraba ciencia. “Preguntar por el antes del origen del Universo es como preguntar qué ocurría en el borde del mundo cuando la Tierra era plana. No tiene sentido”, señaló el famoso físico, que añadió que no hubo nada antes de la explosión del Big Bang, del mismo modo que “no hay nada más al sur del Polo Sur”.

Hawking llegó al escenario acompañado de las notas de la canción Hole in the Skay, de Atoma. Tras ellas, un silencio sepulcral esperó a que el ordenador que maneja con el movimiento de una ceja sintetizara en voz las palabras que llevaba preparadas. Es un sonido metálico, duro, que contrasta con su apariencia frágil y con una simpatía que demostró permitiendo selfies y fotos a su lado con decenas de personas. Entremezclando complejos conceptos de astrofísica con humor, se fue haciendo con un auditorio concentrado en su discurso.

“¿Se escucha bien?“. Fue el punto de partida antes de desgranar una compleja teoría que explicó como si el Universo fuera un holograma de cuatro dimensiones: “La historia del Universo es la de un objeto tridimensional que evoluciona en el tiempo, por lo que es cuatridimensional”, afirmó.

Mientras por una gran pantalla desfilaban imágenes del cosmos, recordó que “en los años sesenta la pregunta obvia era lo que ocurrió antes de que el Universo existiera”. También criticó las teorías de los científicos que propusieron que el Universo siempre había existido, expandiéndose y creando materia para mantener su densidad, algo que para el británico “no concordaba muy bien con las observaciones” y “el clavo final” fue descubrir el eco del Big Bang (la radiación del fondo de microondas). “La única interpretación razonable del fondo es que consiste en una radiación remanente de un estado muy caliente y muy denso del Universo”, explicó en referencia a la Gran Explosión.

"¿SE NECESITA UN CREADOR PARA ORDENAR CÓMO EMPEZÓ EL UNIVERSO?"

Su teoría, desarrollada junto a Roger Penrose, propone que el Universo se originó “en una singularidad” para la que no sirven las ecuaciones de la relatividad general, y ello impide predecir su inicio. “Esta conclusión hacía feliz al papa Juan Pablo II, que lo considera obra de Dios“, ironizó.

Pero Hawking es ateo convencido, así que esbozó algunas aproximaciones acerca de la teoría de la gravedad cuántica que sí lo explicaría: "¿Se necesita un creador para ordenar cómo empezó el Universo? ¿O el estado inicial del Universo está determinado por una ley de la ciencia? Para ofrecer una respuesta, Jim Hartle [profesor de física de la Universidad de California] y yo propusimos lo que llamábamos la hipótesis de la ausencia de frontera", que viene a decir que el principio del tiempo "es similar a la pregunta de qué pasaba en el borde del mundo cuando la gente pensaba que la Tierra era plana". En definitiva, "una pregunta sin sentido porque no hay nada más al sur que el Polo Sur".

Como ya hizo recientemente en el prólogo del libro editado para esta edición del Festival, titulado Starmus, 50 años del hombre en el espacio, Hawkins se refirió a las conclusiones del científico Peter Higgs (creador de la teoría sobre el famoso bosón que lleva su nombre) sobre que el Universo podría no estar en el estado más bajo de energía. “Si ese fuera el caso, el campo estaría en un estado de falso vacío. Podría decaer a un vacío verdadero por fluctuaciones cuánticas, dando lugar a una burbuja de vacío verdadero que se expandiría a la velocidad de la luz. No lo veríamos acercándose, pero sí nos golpearía, nos destruiría por completo“, auguró.

LAS PERTUBACIONES DEL BIG BANG

Según su teoría, el Big Bang produjo perturbaciones de dos tipos: las de densidad y velocidad de la expansión del Universo, y las ondas gravitacionales. Ambas provienen de las fluctuaciones térmicas en el Universo temprano, y aunque las primeras fueron descubiertas por el satélite COBE en 1992, falta por detectar las segundas.

De hecho, Hawking se refirió a una investigación desarrollada en la Antártida (por el radiotelescopio terrestre BICEP) que dijo haberlas descubierto, pero que ha resultado ser una falsa alarma, al tratarse de polvo cósmico. “Si se confirma [la existencia de las ondas gravitacionales como perturbación producida por el Big Bang] con observaciones en el futuro, la gravedad cuántica estaría inscrita en el cielo y representaría un holograma del Universo que implicaría energías mucho más altas que ningún acelerador de partículas. Mejor aún, ¡ganaré 200 dólares… canadienses!”, señaló en referencia a la apuesta que ha hecho con el también físico Neil Turok.

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Antes que Hawking, el mismo escenario lo había ocupado Brian May, exguitarrista del grupo Queen y astrónomo, que ofreció un espectáculo visual sorprendente al mostrar las imágenes estereoscópicas que logra con fotos astronómicas, creando la ilusión del 3D.

También fue la jornada del premio Nobel de Física John Mather, máximo responsable de la NASA del proyecto del Telescopio Espacial James Webb (JWST). Este nuevo instrumento, con un espejo de 6,5 metros de diámetro, sustituirá al actual Hubble, será lanzado en 2018 y ayudará a dar respuesta a muchas preguntas pendientes en la ciencia. “Es importante saber si la vida extraterrestre es un evento posible, como creo. Que sea inteligente es poco viable porque la inteligencia ha surgido hace muy poco en la Tierra”, afirmó Mather.