Francia confirma la deportación de 'hooligans' tras los enfrentamientos de Marsella

Francia confirma la deportación de 'hooligans' tras los enfrentamientos de Marsella

AFP

El primer ministro francés, Manuel Valls, ha asegurado este martes que algunos hinchas de fútbol van a ser deportados de Francia tras los violentos enfrentamientos entre seguidores de las selecciones de Inglaterra y Rusia registrados en Marsella este fin de semana en el marco de la Eurocopa.

El jefe del Ejecutivo galo ha dicho que algunos seguidores "serán deportados porque algunas personas no pueden estar en territorio nacional" francés.

La Policía francesa ha lanzado este martes una operación antihooligan en la localidad de Mandelieu, cerca de Cannes, tras verificar las identidades de 29 seguidores rusos sospechosos de haber participado en los enfrentamientos antes del partido entre Rusia e Inglaterra.

Los enfrentamientos entre los hinchas británicos y rusos en la localidad de Marsella este fin de semana terminaron con varias personas detenidas y varios heridos, uno de ellos un hincha inglés en estado crítico.

GARANTIZAR LA SEGURIDAD

Por otro lado, la UEFA confía en que "las autoridades francesas adopten las medidas adecuadas para garantizar la seguridad" en Lille y en Lens los próximos miércoles y jueves, cuando esas dos ciudades acogerán a los hinchas ingleses y rusos que protagonizaron graves disturbios en Marsella el pasado sábado.

Un portavoz de la organización ha indicado a EFE que tienen confianza en las autoridades locales para que controlen la situación.

(Puedes seguir leyendo tras el vídeo...).

Rusia juega contra Eslovaquia en Lille el miércoles y, al día siguiente, Inglaterra se mide con Gales en Lens, que se encuentra a 40 kilómetros de la primera.

Aficionados ultras de ambas selecciones han intercambiado mensajes en las últimas horas para citarse en esas ciudades del norte del país tras los enfrentamientos registrados en Marsella.

Por ello, el presidente de la Federación Inglesa (FA, por sus siglas en inglés) expresó su inquietud por que en esas dos ciudades puedan reproducirse los disturbios que el pasado sábado dejaron a un aficionado inglés entre la vida y la muerte y convirtieron el centro de Marsella en el escenario de una batalla campal.