Recuperando la ilusión: un Podemos necesario para nuestro país

Recuperando la ilusión: un Podemos necesario para nuestro país

Recuperar la ilusión es un proyecto político que quiere llevar la iniciativa permitiendo avanzar hacia un Podemos más democrático, crítico con el hiperliderazgo, más igualitario, transversal y pluralista, enraizado social y territorialmente, con vocación de gobierno y con capacidad para establecer alianzas en pro del cambio que este país requiere y que no puede esperar más.

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Foto de Íñigo Errejón junto al secretario general de Podemos Murcia, Óscar Urralburu/EFE

Los debates que se están dando en Podemos y que culminarán con su segunda Asamblea Ciudadana Estatal no son algo baladí para la política española. Como es habitual en muchos de los procesos deliberativos de toda formación política, y más allá de los matices que puedan contener, tales procesos tendrán que ir acompañados de una decisión que marque el rumbo y el sentido político de dicha formación. Determinar por qué apostar es algo relevante. Y la pregunta para aquellas personas comprometidas con una democracia pluralista y de calidad es qué tipo de Podemos necesita o le viene mejor a España. Modestamente, creo que de las diferentes propuestas que hay encima de la mesa, la que representa Recuperar la ilusión es la mejor para este objetivo. Serían varias las razones que sustentarían esta opinión. Señalo solo algunas y de forma somera. Ya habrá tiempo en otro momento de detenerse más en detalle (en toda su complejidad).

Es un Podemos autocrítico consigo mismo como elemental punto de partida. Sin una buena reflexión sobre los aciertos y los fallos cometidos, es imposible avanzar ni conectar con lo mejor de nuestra sociedad. El análisis que se despliega en sus documentos a este menester es brillante, realista, certero y de una seriedad política digna de encomio. Reconoce errores y lo hace para avanzar, desplegando velas, y para cambiar en aquello que no se hizo bien. Es un ejemplo de que se quiere un Podemos que no se mire al ombligo para no ser un grupo de "resistencia" ni de "repliegue", sino para estar pendiente de las necesidades de cambio que tiene este país. Un análisis político que, fuera de simplificaciones, realiza una labor honesta por su ambición a ser útiles ya, con una organización que prime el acuerdo, aunque no lo consiga todo.

Recuperar la ilusión es un proyecto político que quiere llevar la iniciativa permitiendo avanzar hacia un Podemos más democrático, crítico con el hiperliderazgo, más igualitario, transversal y pluralista.

Es un proyecto con coherencia. Son cuatro documentos (político, ético, organizativo y feminismo) que pueden y deben ser analizados como una misma propuesta. Son como cuatro partes de un mismo documento que define un discurso político con un sentido claro y coherente, que es lo que debe caracterizar a todo discurso político y no un mero pastiche de ideas inconexas entre sí. Es un proyecto sustentado en la defensa de valores democráticos radicales y pluralistas que, tomando pie en nuestra sociedad, propugna la necesidad de un nuevo acuerdo de país sin dejar a nadie atrás.

Es un proyecto pensado para nuestra sociedad actual y no para las del siglo XX (o XIX), no haciendo de las identidades pasadas losas en las que encerrarse, sino abriendo su reflexión de forma crítica a lo mejor de nuestro país y con vocación de conectar con las mayorías sociales, porque sin estas, no hay cambio democrático posible. Y lo hace en diferentes ámbitos (político -reconociendo la utilidad del trabajo institucional-, social -apoyando demandas cívicas pero respetando su autonomía-, cultural -buscando enraizarse en la sociedad civil- y económico -apostando con un cambio en nuestro modelo productivo) y en diferentes tiempos (corto, medio y largo plazo). Su contrario, es un verbalismo autocomplaciente caracterizado por el todo o nada.

En definitiva, es un proyecto político que quiere llevar la iniciativa permitiendo avanzar hacia un Podemos más democrático, crítico con el hiperliderazgo, más igualitario, transversal y pluralista, enraizado social y territorialmente, con vocación de gobierno y con capacidad para establecer alianzas en pro del cambio que este país requiere y que no puede esperar más.

Queda por ver que las y los inscritos le den el respaldo mayoritario. Ojalá.