'Las Campos', más abajo en la escala de Richter

'Las Campos', más abajo en la escala de Richter

Veamos. Paolo Vasile está contento. María Teresa Campos también, porque "le he dado una alegría al jefe". (Las dos entregas del programa han sido líder en sus franjas: un 18,4 la primera y un 17,3 la segunda. Dos millones trescientos mil espectadores cada vez). Bigote Arrocet (que por mucho que me insistan en que su nombre es Edmundo, para mí será siempre Bigote, faltaría más), encantado también, pinta camisetas y árboles, no come marisco y siempre pide steak tartar. Terelu está gorda como nunca estuvo y eso lo lleva mal. ¿Qué más se puede pedir?
No quiero ser monja ni de coña

No quiero ser monja ni de coña

Cuatro lo único que quería con Quiero ser monja era pegar un nuevo pelotazo y parecía que este terreno, el de las pavas, estaba aún por explorar, así que se lanzaron de lleno al tema. ¿Por qué no?, debieron pensar, el asunto podría tener morbo... El campo de las chonis, de las tipas descaradas y poligoneras de uñas largas y pintadas y extensiones estaba ya cubierto.
'Esta es tu vida'

'Esta es tu vida'

Ingredientes como el morbo, a veces el voyeurismo, la apariencia de realidad, la competencia a ultranza entre los concursantes y la capacidad de interacción del espectador a través de las redes sociales y los mensajes de los móviles, son imprescindibles para captar el interés de la audiencia.
Lucía, ¿qué precio tiene la dignidad?

Lucía, ¿qué precio tiene la dignidad?

Nunca hubiera imaginado que terminaría viendo a Lucía Etxebarria en un reality show y haciéndose un Deluxe, por mucho que lo haya justificado con la necesidad de ganar unas perras para cubrir una deuda con Hacienda. Sobre todo me ha sorprendido verla desquiciada.