unesco

El patio forma parte de nuestra cultura, entendiendo como nuestra aquella que se generó en torno al Mediterráneo, y que también llevamos a esa otra orilla de nuestro océano interior, el Atlántico: lengua, cultura y formas de habitar forjaron las raíces de un patrimonio común, indisoluble.

En La Palma degusté mi primer queso asado y mis primeras papas arrugadas con mojo picón, me bañé en unas impresionantes piscinas naturales con vistas al océano y contemplé el cielo más estrellado de toda mi vida. Y todo en un mes de diciembre como este. Una Navidad diferente en una isla bonita, ¿por qué no?

El alma de los patios es la hospitalidad. Su seña de identidad singularísima es tan puramente humana que la declaración como patrimonio inmaterial no puede ser más justa y representativa del microcosmos de convivencia, vecindad y acogida que constituyen los patios cordobeses.