Más que cifras: una democracia que funciona
"España ha mejorado, y lo ha hecho con un Gobierno progresista que ha sabido conjugar estabilidad económica, justicia social y ambición transformadora".

Este domingo se cumplen 48 años de las primeras elecciones democráticas. Aquel 15 de junio de 1977, millones de ciudadanos votaron por primera vez en libertad, iniciando una construcción colectiva basada en el acuerdo, el progreso y la esperanza.
Casi medio siglo después, ese país demuestra que sigue avanzando, incluso en tiempos inciertos. España no solo ha resistido una pandemia, los efectos de una guerra en suelo europeo o la sacudida inflacionaria global: ha salido reforzada. Y lo ha hecho creciendo más, generando empleo y modernizándose como nunca desde el inicio de la democracia. No son opiniones, son hechos: cifras verificables, comparables, contrastadas.
En estos últimos siete años, nuestro país ha pasado de 18,6 a 21,8 millones de afiliados a la Seguridad Social, alcanzando un récord histórico. El paro ha caído a mínimos de los últimos 17 años, y entre los jóvenes, las cifras están en su nivel más bajo desde que se tiene registro. Más de 2,8 millones de empleos se han creado en este tiempo, de los cuales medio millón en disciplinas STEM. Hoy hay más de 10 millones de mujeres trabajando, un hito histórico.
España lidera el crecimiento entre las grandes economías europeas, duplicando la media de la eurozona. En un mundo que mira con recelo a los mercados emergentes, el país se ha consolidado como el quinto destino global en inversión extranjera para nuevas empresas. Y al mismo tiempo, la renta de los hogares españoles ha crecido un 3.5%, por encima de la media de la OCDE.
Pero lo más relevante no está solo en el cuánto, sino en el cómo. El salario mínimo ha pasado de 735 a 1.184 euros; la pensión media, de 1.082 a 1.505. La hucha de las pensiones, que en 2018 estaba en mínimos, se ha recuperado: de 5.000 a más de 11.000 millones, con previsión de cerrar la legislatura por encima de los 27.000 millones.
Se ha reducido la temporalidad a menos de la mitad, aumentado drásticamente la proporción de contratos indefinidos, y las becas han alcanzado una cifra récord: más de 2.500 millones de euros.
España ha recuperado su liderazgo turístico con 93,8 millones de visitantes y un gasto turístico superior a los 126.000 millones.
En términos sociales, se ha bajado la tasa de pobreza al 19,7%, el nivel más bajo registrado hasta la fecha. Se ha mejorado en equidad: el índice Gini ha pasado de 33 puntos en 2018 a 31,2 en 2024. Los recursos para vivienda se han multiplicado por ocho con la primera Ley estatal de Vivienda y un parque público que empieza a crecer.
Esta transformación va de la mano de una modernización estructural: el porcentaje de energías renovables ha subido del 46% al 66%; la fibra óptica llega hoy al 95% de los hogares, cuando en 2018 cubría menos de la mitad. Todo esto con una reducción del déficit público de siete puntos y de la ratio de deuda en más de 22 desde los picos de la pandemia.
Nada de esto ha ocurrido por casualidad. Ha sido posible gracias a un Gobierno que, en plena crisis, supo cambiar de paradigma: proteger el empleo, reforzar el Estado del bienestar y negociar en Europa un plan de recuperación basado en inversión verde y digital. España está recibiendo 160.000 millones de euros para impulsar esta transformación gracias a un presidente Sánchez con enorme capacidad de liderazgo, entrega y trabajo. No solo estamos mejor; estamos mejor preparados.
Como en cualquier empresa seria, el balance cuenta. Y este balance es inequívoco: España ha mejorado, y lo ha hecho con un Gobierno progresista que ha sabido conjugar estabilidad económica, justicia social y ambición transformadora. Queda por mejorar, pero no podemos permitirnos cambiar el rumbo de unas políticas que han demostrado su eficacia. Es momento de seguir generando empleo de calidad, consolidando derechos, fortaleciendo la convivencia democrática y garantizando la transparencia institucional. Esa es la responsabilidad: avanzar con hechos, responder con solvencia y ejemplaridad.
Patricia Blanquer es portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso y diputada por Alicante.