De pie, hablando brevemente de vivienda y repitiendo una palabra hasta 7 veces: así ha sido el mensaje navideño del rey Felipe
El monarca alerta del "hastío" que ha provocado la crispación política en España durante un discurso en el que ha evitado, por primera vez, aparecer sentado.

El rey Felipe VI ha optado esta Nochebuena por dirigirse a los españoles de pie en su tradicional discurso navideño, a diferencia de las anteriores once ocasiones en las que siguió el ejemplo de su padre, Juan Carlos I, y optó por hacerlo sentado.
Este cambio, a todas luces revolucionario para el rígido y anquilosado modelo de comunicación de la Casa Real, ha buscado transmitir una imagen más ágil y cercana del monarca, acompañándolo además de innovaciones técnicas para la realización televisiva del mensaje en sí, como planos más abiertos o movimientos dinámicos de la cámara.
En lo que respecta al contenido, Felipe VI ha alertado de que la crispación política en nuestro país está provocando "hastío" y "desafección" en los ciudadanos, por lo que ha pedido fortalecer la convivencia mediante mecanismos como el diálogo, el respeto o la ejemplaridad.
Además, el rey ha hecho una mención a los "desafíos" actuales a los que se enfrentan los ciudadanos, incluyendo una breve referencia a la vivienda o al aumento del coste de la vida. Problemáticas que no se solucionan con "retórica o "voluntarismo" y que, según él, pueden dar alas a "los extremismos, los radicalismos y los populismos" por la falta de confianza en nuestras instituciones. "Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", se ha preguntado.
[Lee al completo el mensaje navideño del rey Felipe en 2025]

Estas son las cinco claves con las que debes quedarte de su mensaje:
1. Hasta siete veces ha pronunciado la palabra "convivencia"
"Convivencia" es la palabra que más veces ha repetido Felipe VI en su discurso de este año, superando en una ocasión a "España" y "confianza". El año pasado, sólo fueron cuatro. Y todo porque el rey ha articulado su mensaje en torno a la premisa de que cualquier "proyecto compartido" se basa precisamente en la necesidad de una convivencia que ahora parece peligrar fruto del tenso clima político que vive España.
"La convivencia no es un legado imperecedero. No basta con haberlo recibido: es una construcción frágil. Por esa razón, todos debemos hacer del cuidado de la convivencia nuestra labor diaria. Y para ello necesitamos confianza. (...) Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia democrática? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", ha señalado.
De hecho, el rey ha alertado de que los ciudadanos pueden caer en el "hastío", en el "desencanto" y en la "desafección" fruto de esta "tensión" en el debate público. "En este mundo convulso, donde el multilateralismo y el orden mundial están en crisis, las sociedades democráticas atraviesan una inquietante crisis de confianza. Y esta realidad afecta seriamente al ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones", ha detallado.
2. Una mención de pasadas a la vivienda
Que el rey fuera a hablar del enrarecido clima político en España se daba por descontado, puesto que ya lo ha hecho en mensajes navideños anteriores. Pero también se esperaba que diera un gran protagonismo a la principal preocupación que tienen los españoles, según el CIS: la vivienda.
El año pasado ya se ocupó de este tema, exigiendo a los gobernantes "soluciones que faciliten el acceso en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos". Sirvió de poco, puesto que el precio de la vivienda ha ido sumando a lo largo de este 2025 incrementos interanuales del 9% y el 11%.
Esta Nochebuena, Felipe VI de nuevo ha hecho una mención de nuevo a este asunto, pero casi de pasadas. "Es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes", se ha limitado a decir.
De hecho, ha englobado esta problemática dentro de los "desafíos" a los que se enfrentan los ciudadanos en "tiempos ciertamente exigentes". "Muchos sienten que el aumento del coste de la vida limita sus opciones de progreso; que el acceso a la vivienda es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes; que la velocidad de los avances tecnológicos genera incertidumbre laboral; o que los fenómenos climáticos son un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico", ha dicho de forma más exacta. Problemas que, eso sí, ha dicho que no se solucionan "con retórica o voluntarismo".
3. Alerta de los "radicalismos" y "populismos"
Estos desafíos, unidos a la crisis de confianza en la política, al multilateralismo y a un orden mundial están en crisis, son los que están provocando - según el rey - que "los extremismos, los radicalismos y los populismos" crezcan en España y en el mundo. Unas corrientes que, inexorablemente, van de la mano de "la desinformación, de las desigualdades, del desencanto con el presente y de las dudas sobre cómo abordar el futuro". Y para hacer frente a esta situación, Felipe VI receta "diálogo", "respeto", "ejemplaridad" y hasta "empatía".
"Las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas; que avanzar consiste en dar pasos, con acuerdos y renuncias, pero en una misma dirección, no correr a costa de la caída del otro", ha advertido el rey.
4. Recuerdo de los 50 años de democracia
Justo cuando se han cumplido cincuenta años del inicio de la transición democrática, Felipe VI ha querido destacar este capítulo de nuestra historia como un ejemplo de diálogo y responsabilidad. "Aun con sus diferencias y sus dudas, supieron salvar sus desacuerdos y transformar la incertidumbre en un sólido punto de partida, sin tener la certeza de lograr lo que buscaban. Aquel coraje, el de avanzar sin garantías, pero unidos, es una de las lecciones más valiosas que nos enseñaron", ha dicho.
Pese a las nuevas dificultades a las que se enfrenta la sociedad actual, el rey confía en que la "la voluntad, perseverancia y visión de país" de todos los españoles ayudará a superar estos obstáculos, como ya ha ocurrido en anteriores crisis económicas, emergencias sanitarias o catástrofes naturales. "España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia. Quienes nos precedieron fueron capaces de construirla incluso en circunstancias difíciles, como las de hace 50 años", ha defendido.
5. De pie y en el Salón de Columnas del Palacio Real
El rey ha optado este año por hacer el discurso de pie y no sentado, como sí había ocurrido en sus anteriores once discursos navideños. Una innovación en nuestra corona (nunca lo hizo su padre, Juan Carlos I) con la que ha pretendido imitar al rey Carlos III de Inglaterra o al rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos.
El lugar de rodaje ha sido el Salón de Columnas del Palacio Real, el mismo que el escogido para el discurso de 2024. Aunque este año ha tenido una mayor carga simbólica puesto que fue allí, hace cuarenta años, donde se firmó el tratado por el que España ingresó en las Comunidades Europeas. Un hecho al que también se ha referido el rey en su discurso: "Europa no sólo trajo modernización y progreso económico y social: afianzó nuestras libertades democráticas".
Lo que no ha cambiado el rey ha sido la parte final de su discurso, dedicado de nuevo a felicitar la Navidad en nombre de sus hijas y de la reina en todas las lenguas cooficiales del Estado: "Feliz Navidad a todos. Eguberri on, Bon Nadal, Boas Festas".
