Se fuga de la celda de aislamiento y al verse descubierto empieza el plan B rocambolesco
Fuentes que presenciaron el suceso aseguran que se vivieron "momentos de tensión".
Los funcionarios del centro penitenciario de Puerto II, en El Puerto de Santa María (Cádiz), han frustrado un intento de fuga. En la madrugada de este lunes, un preso logró escapar de su celda de aislamiento en la que estaba recluido y encaramarse en el tejado de la prisión. Una vez allí, ya sin posibilidad de escape, el interno exigió reunirse con el directo de la cárcel bajo la amenaza de quitarse la vida.
Según ha informado este martes el sindicato CSIF en un comunicado, el incidente se produjo sobre las 22.00 de la noche, y se prolongó durante más de una hora, en un "escenario de máxima tensión". En él, se ha requerido la intervención de varios trabajadores penitenciarios sobre la cubierta del edificio, donde lograron persuadir al recluso y hacerlo descender de manera segura antes de la llegada del negociador de la Policía Nacional.
La CSIF ha explicado que el intento de fuga ha estado precedido por la detección de comportamientos sospechosos y por el hallazgo, en la misma jornada, de otro plan de evasión preparado por varios internos, lo que ha permitido reforzar las medidas de seguridad y anticiparse a nuevas tentativas.
En otro comunicado, ACAIP-UGT ha atribuido a las malas condiciones de las instalaciones el hecho de que el interno pudiera abrir un agujero bajo la reja de la ventana de su celda, por el que pudo huir hacia el tejado. La Policía Nacional ha felicitado expresamente a los funcionarios de Puerto II por su actuación, un reconocimiento al que el CSIF se ha sumado al destacar la profesionalidad, entrega y valentía de los trabajadores penitenciarios, a quienes el sindicato ha considerado un pilar de la seguridad en las prisiones.
Según fuentes penitenciarias consultadas por el diario El País, el pasado lunes se vivieron "momentos tensos" cuando el interno se colgó en varias ocasiones sujeto únicamente con las manos. Se trata de un preso preventivo acusado de delitos de robo y conducción de vehículo sin permiso que había sido recluido en el módulo de aislamiento a petición propia. Es lo que en la jerga carcelaria se conoce como “refugiado”, "término que se da a los internos que temen represalias de otros presos por deudas o rencillas", concluye el medio.