Para proteger su negocio de las inundaciones, el propietario decide que lo mejor es inundar el restaurante él mismo
Mientras el río Ohio crecía de forma amenazante y el agua sucia avanzaba, Masterson tomó una decisión poco común pero muy calculada: dejó entrar agua limpia en su restaurante a través de los grifos y una bomba, después de haber retirado todo lo que se podía sacar, especialmente los aparatos electrónicos. Su idea era sencilla: mejor inundarse con agua limpia que con un barro turbio, lo que haría mucho más fácil la limpieza posterior. Documentó todo en una retransmisión en directo por Facebook, dejando a muchos sorprendidos.