Una turista compra una langosta en un restaurante para acariciarla y devolverla al mar

Una turista compra una langosta en un restaurante para acariciarla y devolverla al mar

La mujer suiza se encontraba de vacaciones en la isla italiana de Cerdeña junto a su marido. Ambos se encontraban en el restaurante Gente di Mare, donde los comensales pueden seleccionar de una pecera el ejemplar de langosta que desean consumir. La turista seleccionó una de aproximadamente un kilogramo de peso y con un coste de 200€, pero pidió que se la sirvieran en un cubo de agua. En ese momento se acercó al mar con el crustáceo, lo acarició y habló con él, para finalmente devolverlo al agua.