Irlanda dice (con la boca pequeña) 'sí' a la austeridad de Merkel

Irlanda dice (con la boca pequeña) 'sí' a la austeridad de Merkel

Reuters

Bruselas respira aliviada. Irlanda no será un escollo en la ratificación del tratado de austeridad que abanderó la canciller alemana, Angela Merkel, y secundó el ya ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy. Un 60% de los irlandeses que acudieron a las urnas (un 50% del censo) apoyaron la introducción del tratado, que marca nuevos y más estrictos límites al déficit público.

La consulta no era vinculante, pero el 'sí' era imprescindible para una Unión Europea acostumbrada a que Irlanda eche por tierra las decisiones fraguadas en Bruselas.

Irlanda ya rechazó el Tratado de Lisboa en otro referéndum. En 2001, hicieron lo propio con el Tratado de Niza, una especie de carta magna que rigió el funcionamiento habitual de la UE durante casi una década.

El 'sí' en el referéndum ha ganado como si se tratase de un 'sí' enfadado. Las consecuencias del rescate de la economía del país, que ha recibido 67.000 millones de euros de la eurozona y el FMI, se dejan sentir en la calle. El desempleo ha subido hasta el 14%, una cifra alta para Irlanda. El Gobierno ha reducido toda inversión no imprescindible, incluyendo servicios sociales. Por otra parte, el saneamiento del sector financiero, el gran cáncer económico del país, ha sido más lento de lo previsto y ha disparado la deuda y déficit públicos.

LLAMAMIENTO A LA SOLIDARIDAD

"El pueblo irlandés ha mostrado tener juicio y ser responsable", aseguró Gay Mitchell, del partido en el Gobierno Fine Gael, según relata el diario online EU Observer. "Cuando los países miembros [de la UE] actúan con responsabilidad, la UE debería responder con solidaridad", añadió. "Es un signo de alivio más que de celebración", añadió Leo Varadkar, ministro de Transporte.

La preocupación del Gobierno se explicaba por la cláusula del tratado que especificaba que un país sólo puede acceder al dinero europeo si respeta su contenido. En otras palabras: rechazarlo arriesgaba el futuro económico del país, hoy apuntalado por la lluvia de millones internacional.

Además, el tratado incorpora la conocida como "regla de oro" del gasto público, que obliga a limitar en la Constitución o legislación primaria un límite al déficit, algo que España ya hizo en agosto de 2011. Por otra parte, endurece las sanciones por déficit excesivo y las hace automáticas. Merkel ha hecho bandera del texto, pero el nuevo presidente francés, François Hollande, quiere renegociarlo para incluir referencias al crecimiento.

MÁS CERCA DE LA RECUPERACIÓN

Según aseguró en Twitter Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo, "el pueblo irlandés ha dado su respaldo y compromiso con la integración europea. Este resultado es un paso importante hacia la recuperación y la estabilidad", dijo.

Irlanda aspira a volver a financiarse en los mercados el año que viene y la victoria del 'sí' allana el camino hacia ese objetivo, según diversos analistas. El país es tomado como ejemplo. Es el estudiante aplicado de una clase donde también está Portugal, a punto del suspenso, y Grecia, todo un repetidor con dos rescates de momento ineficaces.