Una llamada de socorro por la discapacidad recorre las calles de Madrid

Una llamada de socorro por la discapacidad recorre las calles de Madrid

Una llamada de socorro por la discapacidad se escuchará por las calles de Madrid a mediodía. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha convocado una marcha por la capital bajo el lema SOS Discapacidad, dentro del 'Programa de contestación activa y movilizaciones sociales' que aprobaron llevar a cabo el pasado 27 de septiembre.

"El propósito de este programa es articular un conjunto de acciones de contestación activa de la discapacidad organizada, dirigidas a evitar, atenuar y contrarrestar las medidas de ajuste y los recortes que se vienen aplicando desde los distintos poderes públicos en los últimos años y meses, y que están desmantelando las estructuras del bienestar de las personas con discapacidad y sus familias", indica CERMI en su argumentario.

La marcha, en la que los organizadores esperan 30.000 personas, partirá a las 12:00 horas desde la confluencia entre las calles Goya y Príncipe de Vergara y concluirá en los Jardines del Descubrimiento en Colón.

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"Queremos que quienes no suelen salir a la calle sean visibles y que quienes tengan un familiar o un amigo con discapacidad y sientan el deterioro de los servicios acudan, porque no es un problema ajeno a la sociedad, es un problema presente", explica a El HuffPost el secretario general de CERMI, Alberto Durán.

Según explica el propio Durán, la actual situación de los discapacitados es la de un colectivo con el doble de paro, la mitad de ocupación y un acceso a la universidad de tan sólo el 1%. A todo esto hay que sumar la atención intensiva que algunos requieren y las dificultades que encuentran a la hora de acceder físicamente al ocio y la cultura.

"Tiene que haber productos y servicios normalizados", se queja Durán, quien pide a la iniciativa privada y a las administraciones que arrimen el hombro en este sentido. "Necesitamos un mercado normalizado porque los gastos son mayores y los ingresos medios son generalmente inferiores debido a la dificultad para encontrar empleo", indica.

Si soportar una discapacidad en época de bonanza es difícil, en la actual crisis económica resulta casi imposible. Más aún con los recortes en Dependencia y las deudas de las administraciones públicas con las organizaciones como CERMI, que llega hasta los 300 millones.

"No se pagan conciertos, por lo que la gente no cobra. Algunos centros siguen abiertos por vocación, aunque con grave riesgo en ciertos casos. Otros han cerrado y los trabajadores han pedido la rescisión de contrato más una indemnización. El problema es que las personas de esos centros vuelven a casa, con lo que si no hay gente, no hay dinero para mantenerlos y esto redunda en un peor cuidado de las personas", explica Durán.