EEUU y Cuba restablecen las relaciones diplomáticas

EEUU y Cuba restablecen las relaciones diplomáticas

Cuba y EEUU están dando los primeros pasos para arrancar una nueva etapa en sus bloqueadas relaciones bilaterales. El intercambio de cuatro presos por espionaje entre los dos países y la liberación del estadounidense Alan Gross han abierto la puerta a que los dos países pongan fin a más de cinco décadas de enemistad política.

Los presidentes de Estados Unidos y de Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, han anunciado en sendos discursos televisados el acuerdo para iniciar el diálogo y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, que se rompieron en 1961.

Los dos mandatarios cerraron al inicio de la semana por teléfono el pacto, en el que ha jugado un papel destacado el papa Francisco -que escribió cartas a los dos presidentes para buscar el acuerdo-.

En su intervención en la Casa Blanca, Obama ha confirmado la apertura de un "nuevo capítulo" en relación con Cuba y la reanudación "inmediata" de relaciones diplomáticas, lo que se traducirá en la apertura de embajadas y la visita de altos cargos.

"Estos 50 años de aislamiento no han funcionado, es momento de cambiar de postura", ha dicho Obama, a la vez que ha admitido en distintos momentos que las políticas de Estados Unidos hacia la isla han "fracasado". "No creo que debamos que hacer lo mismo durante otras cinco décadas y esperar un resultado distinto", ha defendido.

¿QUÉ IMPLICA EL CAMBIO?

También habrá una relajación de los límites comerciales o de viajes y, en este sentido, Obama ha explicado que los estadounidenses podrán viajar a la isla e incluso utilizar sus tarjetas bancarias. Los dos gobiernos entablarán conversaciones sobre materias sociales y de seguridad como sanidad, migración y narcotráfico, entre otros temas.

Por otra parte, el Departamento de Estado norteamericano retirará a Cuba de la lista que elabora de los países patrocinadores del terrorismo.

Además, ha pedido al Congreso, que a partir de enero estará controlado totalmente por los republicanos, que inicie un debate "serio y honesto" sobre el embargo económico unilateral.

El discurso ha llegado precedido de la liberación del contratista norteamericano Alan Gross, de una fuente de la CIA detenida en Cuba desde hace dos décadas y de tres cubanos condenados por espionaje en Estados Unidos.

CASTRO: "MEJORAR EL CLIMA BILATERAL"

"Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero eso no quiere decir que lo principal se haya resuelto, el bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños a nuestro país debe cesar", ha dicho Castro en el discurso televisado pronunciado desde La Habana.

Castro se ha mostrado consciente de que "las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley" por el Congreso, por lo que ha pedido a su homólogo estadounidense que "modifique su aplicación en el uso de sus facultades ejecutivas".

Además, ha exhortado "al Gobierno de los Estados Unidos a remover los obstáculos que restringen los vínculos entre los pueblos de ambos países, en particular los relativos a los viajes, el correo postal directo y las telecomunicaciones".

"Proponemos al Gobierno de los Estados Unidos a adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países, basados en los principios del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas", ha añadido.

DÉCADAS DE TENSIÓN

La decisión de Obama y de Castro inaugura un nuevo capítulo en la tensa relación entre Washington y La Habana. El histórico acercamiento llega tras seis décadas de tensión y enfrentamientos que alcanzaron su momento culminante en 1962, con la "crisis de los misiles".

EEUU, que reconoció en un primer momento a Fidel Castro como el nuevo líder de la isla, tardó poco en reconsiderar su postura.

La reforma agraria cubana y la nacionalización de industrias estadounidenses dispararon las alarmas en Washington, que decretó la imposición gradual de restricciones comerciales sobre la isla.

Los intentos de estrangulamiento económico del régimen de Fidel, que se oficializaron en 1960 con el embargo sobre las relaciones comerciales y empresariales de EEUU con la isla, se combinaron con planes para derrocar al líder revolucionario.

El embargo, que durante décadas se ejecutó a golpe de decretos presidenciales, se reforzó en 1996 con la aprobación de la Ley Helms-Burton, pero ni ésa ni el resto de estrategias lograron el efecto deseado: la desaparición de Castro del mapa político.

Las dificultades económicas fruto del embargo llevaron al régimen castrista a estrechar vínculos con la Unión Soviética, considerada por aquel entonces por EEUU como "la gran amenaza roja".

Ese acercamiento se intensificó a partir de 1961, después de que 1.500 exiliados cubanos entrenados por la CIA trataran de invadir -sin éxito- la isla a través de la Bahía de Cochinos. Ese mismo año se rompieron las relaciones diplomáticas. En 2014 se inicia un nuevo capítulo.