La batalla por el autoconsumo de energía

La batalla por el autoconsumo de energía

Hay que seguir consumiendo gas, carbón o uranio, antes que instalar paneles solares en nuestras viviendas, y decir adiós al actual modelo energético. Con una dependencia energética exterior superior al 80%, estamos ante una decisión muy gravosa desde todo punto de vista para nuestro país, y para sus gentes. El gobierno debe rectificar.

Parecía imposible que el gobierno de Rajoy sacudiese todavía más, y con mayor dureza a las energías renovables. Sin embargo lo ha hecho: la caza de las energías limpias que comenzó a las pocas semanas de la constitución del nuevo gobierno con la moratoria en la concesión de nuevas primas, sube un grado más con el borrador del Decreto de autoconsumo presentado el pasado viernes. El motivo: la introducción de un peaje, llamado "de respaldo", que hace más gravoso económicamente producir tu propia energía que comprarla en la red, a pesar de reconocer en el propio preámbulo del decreto los beneficios de las energías renovables.

El autoconsumo era la última esperanza para un sector que está sufriendo como ninguno las consecuencias de una política de desmantelamiento organizada. Muchas empresas de tecnologías renovables habían visto en él una opción para el relanzamiento de su actividad tocada de muerte por las anteriores medidas políticas. Pero de aprobarse el decreto tal y como está redactado en la actualidad quedará cerrada esa posibilidad, y las energías renovables quedarán en nuestro país definitivamente marginadas. Poco parece importar a los reguladores que el sol sea nuestro principal recurso energético.

Todavía no está todo perdido, ya que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) tiene que emitir un dictamen respecto a la propuesta del gobierno, aunque no es vinculante. En este momento el gobierno no parece dispuesto a escuchar ninguna voz discrepante con sus medidas en materia energética.

El modelo energético español es un modelo centralizado y dominado por un puñado de empresas eléctricas que lo gestionan en modo de oligopolio. Este modelo cuenta con un amplio respaldo de los grandes partidos políticos, ya que durante años las compañías energéticas han ido colocando a destacados cargos de esos partidos en sus consejos de administración. De esta manera se aseguran que los sucesivos gobiernos no legislen contra sus intereses, y lo están consiguiendo. Este sistema de puertas giratorias ha sido motivo de una denuncia ciudadana profusamente documentada ante la fiscalía anticurrupción, que esperamos que abra al menos una investigación.

La razón esgrimida por los reguladores para evitar el autoconsumo es la excesiva potencia de producción de energía instalada que tenemos en nuestro país. Al parecer, hay que seguir consumiendo gas, carbón o uranio, antes que instalar paneles solares en nuestras viviendas, y decir adiós al actual modelo energético. Con una dependencia energética exterior superior al 80%, estamos ante una decisión muy gravosa desde todo punto de vista para nuestro país, y para sus gentes. El gobierno debe rectificar.