Llegan las primarias abiertas

Llegan las primarias abiertas

Se invita a la ciudadanía a participar, e incluso a elegir candidatos y candidatas, acercando la política a gente que puede mirarlos desde la desconfianza. Los partidos no deberían ser más que asociaciones de personas que buscan cambiar la realidad desde sus planteamientos ideológicos: nada que ocultar.

Hay quien está molesto porque las primarias estén ocupando durante unos días el primer plano del debate político en España. Sin embargo las encuestas del CIS insisten una y otra vez en el alejamiento de la gente de la política. Los políticos son poco valorados socialmente y la actividad política es considerada por mucha gente como una actividad indecente, salpicada de corrupción e intereses ocultos. Después del paro y la situación económica, no hay problema que preocupe más a los españoles, y afrontarlo debe ser también una prioridad política.

El debate sobre la elección de candidatos a través de primarias entre los militantes de los partidos se ha quedado corto. Si la democracia interna en los partidos es una obligación, hoy ya se reclama ir más allá, e invitar a la ciudadanía a participar a través de primarias abiertas. La diferencia es que en las primarias abiertas pueden participar -con más o menos condiciones- personas que no estén necesariamente afiliadas a los partidos. Algunos partidos -singularmente EQUO- han optado por esta modalidad de elecciones para sus listas para las próximas elecciones europeas.

¿Por qué abrir la elección de candidatos de un partido a personas que no estén afiliadas a éste? Hay muchos motivos: por un lado internos, ya que beneficia al propio partido que se abre, y por otro externos, para la ciudadanía en general.

El partido que decide abrirse a la ciudadanía, está abriendo sus puertas a personas ajenas que de esta manera se acercan a él. Muchas, o tal vez algunas de esas personas, decidan en el medio plazo colaborar de una manera más activa, e incluso pueden acabar militando en ese partido. Aunque no fuera así, traerán ideas, inquietudes o propuestas que tal vez de otra manera no llegarían a ser parte del debate en esa organización.

Por otro lado las primarias abiertas sirven para romper muchos tabúes sobre los partidos. Resulta que se invita a la ciudadanía a participar, e incluso a elegir candidatos y candidatas, acercando de esa manera la política y sus organizaciones a gente que puede mirarlos desde la desconfianza. Al fin y al cabo los partidos no deberían ser más que asociaciones de personas que buscan cambiar la realidad desde sus planteamientos ideológicos: nada que ocultar.

¿Tienen riesgos las primarias abiertas? El riesgo principal que se argumenta es el de la infiltración organizada por algún interés concreto para manipular el resultado final, favoreciendo por ejemplo a algún candidato. Sería una operación francamente complicada. La mejor defensa para evitar una acción de ese tipo sería que las primarias estuvieran reguladas adecuadamente, y ese tipo de comportamientos antidemocráticos, fueran fuertemente sancionados. En todo caso existen mecanismos operativos para tratar de evitarlos.

En definitiva, las primarias abiertas son una forma -desde luego no la única- de empezar a romper las barreras entre la la política y la ciudadanía. No será fácil que se extiendan a todos los partidos, pero los que no lo hagan se quedarán fuera de una nueva forma de hacer que busca algo tan sencillo y tan complejo como recuperar el interés por la política.