Cuba: derechos humanos y expropiaciones

Cuba: derechos humanos y expropiaciones

Sin tener claras las compensaciones económicas por las expropiaciones que en su día hizo el régimen cubano, el Congreso y el Senado estadounidense nunca levantará el embargo ni la aplicación de la Ley Helms-Burton a Cuba, y mucho menos en campaña electoral, con lo que la situación respecto de Cuba quedará en un limbo, a la espera de que el régimen cubano dé algún paso.

REUTERS

Este viernes ha marcado un antes y un después en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Más de medio siglo ha tenido que pasar para que la Administración de la primera potencia del mundo, y uno de los países reductos del comunismo dictatorial entablaran relaciones diplomáticas. Con la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en la Habana, John Kerry, secretario de Estado y, por extensión, la Administración Obama dan un paso de fundamental importancia, tanto en materia de política exterior como de relevancia para Latinoamérica.

Si bien es cierto que Estados Unidos siempre tuvo durante el denominado "bloqueo" -que aún no se ha levantado porque necesita el voto a favor del Congreso de mayoría republicana- una Oficina Comercial en el Malecón de la Habana, el gesto es de una importancia mayúscula. Barack Obama ha dicho: "Si las políticas no han funcionado durante cincuenta años, habrá que cambiarlas". Y lo ha hecho. Se han levantado parcialmente algunos vetos para que los ciudadanos estadounidense puedan viajar a Cuba y restricciones financieras en materia de telecomunicaciones y comerciales, pero aún quedan los dos flecos más importantes para la enorme comunidad cubano-americana en Estados Unidos -y decisiva en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, en el estado clave de la Florida.

Las dos cuestiones son el respeto a los Derechos Humanos, por un lado, y cómo compensar a los ciudadanos exiliados y locales por las expropiaciones de sus bienes y tierras durante la dictadura. Ambas cuestiones, según la Administración Obama, se comenzarán a estudiar a partir del mes de septiembre.

Sobre los derechos humanos, Kerry ha explicado en numerosas ocasiones que "con la apertura económica y la normalización de las relaciones diplomáticas, la libertad será imparable". Es decir, que no es una prioridad, aunque en su viaje a Cuba de catorce horas para la inauguración de la Embajada se haya reunido con la oposición y los disidentes.

Respecto de las expropiaciones, hay un plan sobre la mesa. Esta cuestión, la de cómo compensar a las empresas y personas que se vieron despojadas de negocios y bienes es, sin duda, la que más interesa, y sobre todo la que se está enfocando la campaña entre los aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos, tanto republicanos como demócratas.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer a Raúl Valdés-Fauli, cubano-americano que fuera el alcalde de Coral Gables y miembro del equipo de asesores del Presidente Obama para la cuestión cubana. Reconocido y respetado abogado, este hombre ha diseñado el plan que se ha convertido en el punto de partida para llegar a un acuerdo en las denominadas "devoluciones del régimen".

Sobre los derechos humanos, Raúl Valdés-Faulí considera que se trata de una cuestión muy complicada: "Después de 56 años de gobierno castrista, los cubanos de Miami esperan, reclaman que Cuba de la noche a la mañana respete los derechos humanos de los disidentes. En mi opinión, esto vendrá con el tiempo y con la desaparición de los viejos dinosaurios del régimen, para quienes la apertura constituye una amenaza a su tipo de vida y a sus creencias de más de medio siglo. Creo que este debe ser un tema prioritario, pero no a la semana de haber abierto una embajada y con tan poca apertura desde La Habana".

Todo lo contrario de la cuestión mas económica: "Bajo la Ley Helms Burton, la devolución de los bienes expropiados es un tema fundamental para el cese del embargo, y no solo de propiedades americanas, sino también las de los cubanos que ahora son americanos", asegura Valdés-Faulí.

Existen en la actualidad muchos listados de personas, empresas que han exigido devolución de las propiedades confiscadas. Estas son listas ad hoc, listas improvisadas y compiladas por personas con intereses varios. Por ejemplo, hay una sociedad española, La Compañía de Recuperaciones Patrimoniales en Cuba 1898, que ha agrupado a españoles que perdieron propiedades, gallegos, asturianos y vascos principalmente, y les cobrarían el 30% de cualquier recuperación. Otra lista muy conocida es la de un profesor de la Universidad de Miami de hace ya varios años y que nadie menciona hoy en día. En todo caso, existe una lista oficial utilizada hoy en día, una del Gobierno federal de Estados Unidos.

"Según esta lista, se solicitaron formalmente 8.821 reclamaciones presentadas ante el Gobierno federal de este país, de las cuales fueron reconocidas 5.913 por un valor total de más de 1.851.000.000 dólares Estas reclamaciones fueron presentadas ante el Gobierno americano, quien determinó la validez de las reclamaciones y aceptó la suma mencionada", apunta Valdés- Faulí. Se entiende que habrá muchos cubano-americanos que se quieran apuntar ahora a la lista, pero el plazo ya está cerrado desde hace años. Es decir, que ésta es la suma oficial.

Para hacer frente a este pago, en el momento de la expropiación, la Administración cubana prometió pagar en bonos del Estado. Por supuesto, nunca se hizo un pago. A lo largo de estas décadas se han presentado varias propuestas posteriores de arreglo, pago, y que Cuba siempre ha considerado "ofensivas, sugiriendo tribunales internacionales, paneles de varios países", lo que de facto implicaba que Cuba no es un árbitro confiable en este proceso, señala Valdés- Faulí. Pero ahora es el momento. "Se trata de un paso esencial para el restablecimiento de relaciones comerciales y el levantamiento del embargo". Sin tener claras las compensaciones, el Congreso y el Senado estadounidense nunca levantarán el embargo ni la aplicación de la Ley Helms-Burton a Cuba, y mucho menos en campaña electoral, con lo que la situación respecto de Cuba quedará en un limbo, a la espera de que el régimen cubano dé algún paso, y mientras solo se desarrollan las condiciones económicas aprobadas gracias al derecho de Veto del Presidente Obama.

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Pilar García de la Granja es periodista, especializada en economía y finanzas. Licenciada en Ciencias de la Información por el CEES- Universidad Complutense de Madrid. En España ha desarrollado su carrera en Expansión TV, Onda Cero y el grupo Intereconomia y columnista en medios especializados como ElEconomista. Actualmente es corresponsal de Tele5 en Estados Unidos y colaboradora de El Programa de Ana Rosa en T5 y cofundadora de la plataforma especializada TheLuxonomist. Es autora de “¡Me equivoqué!” (Planeta) y “En qué jardín nos han metido: ideas prácticas para salir de la crisis” (Ed. Homo Legens).