Nos mudamos: España pierde otro científico

Nos mudamos: España pierde otro científico

Me voy a trabajar a una importante universidad sudamericana, con buen salario, viaje e instalación pagados, y además me dejan trabajar en lo que soy experto. Así que me temo que allí se van a beneficiar de mis conocimientos y de alguna u otra forma se van a aprovechar de vuestra inversión.

NOS MUDAMOS, nos acaba de decir nuestra casera que ya tiene nuevos inquilinos y que además nos compran nuestros muebles por 1000 euros nada más y nada menos. Esto nos da un respiro, así tendremos algo para los gastos que se avecinan. La verdad es que ha sido una buena noticia, aunque por más que lo pienso, no comprendo por qué.

Hace 6 meses nos instalamos en este loft y ya nos estamos mudando otra vez. Se suponía que íbamos a pasar muchos años felices compartiendo este rincón con nuestros amigos y familia. Mi novia y yo tenemos 30 años, y pensábamos que cuando consiguiéramos un trabajo estable nos plantearíamos dar un pasito más, comprometernos, mudarnos a otra casa cerca de la familia, tener hijos y ese tipo de cosas que, con el paso de los años, van apeteciendo. Pero sin embargo ese plan ha cambiado. En unos días nos iremos a vivir a casa de nuestros padres, y digo nuestros, porque intentaremos hacer vida entre la casa de mis padres y los de ella.

Hace años, antes de conocer a mi novia, compartía piso. Me considero afortunado por haber podido dejar la casa de mis padres más o menos cuando me apeteció. Trabajando en la universidad me lo pude permitir: con lo que cobraba me daba para vivir y para divertirme. Además, tenía una profesión que me ilusionaba y que me daba cierta satisfacción personal por verme dentro del mundo de la investigación, me encantaba formar parte de proyectos de innovación para mejorar mi carrera profesional, pero también por el hecho de que beneficiaran a mi universidad y a la sociedad en general. Cuando se me acabaron las becas y los contratos en la universidad, empezó la caída en picado: trabajos mal pagados, promesas incumplidas por empresas que abusan de la situación actual y, lo que es peor, la imposibilidad de poder ser útil tras tropecientos años de estudio. Ahora me río, cuando me hacía llamar becario precario trabajando en la universidad y renovando becas cada dos años.

Esto no es lo peor, aquí viene lo difícil de explicar. Como he dicho, trabajé durante cinco años en la universidad, tras acabar la licenciatura. Os tengo que dar las gracias, porque mi salario lo pagábamos entre todos, por no decir que lo pagaba el Estado. Calculo que el dinero que os debo por mi sueldo durante ese tiempo es aproximadamente de 100.000 euros, a lo que hay que sumar una cantidad incalculable de dinero necesaria para pagar equipos y materiales destinados a financiar proyectos que dieron lugar a varios artículos publicados en revistas científicas, libros, congresos y patentes. Esto me sirvió (espero que sea así) para tener la capacidad de innovar y generar nuevos valores añadidos o, lo que es lo mismo, generar progreso. Sin embargo no soy capaz de conseguirlo, llevo prácticamente dos años sin pisar una planta piloto, un laboratorio o, al menos, un pequeño hueco en la industria.

Como ya sabéis, estamos a punto de mudarnos, pero es más preocupante de lo que pensáis. No nos quedamos en casa de nuestros padres, eso será cosa de un mes. En realidad me voy a trabajar a una importante universidad sudamericana, con buen salario, viaje e instalación pagados, y además me dejan trabajar en lo que soy experto. Así que me temo que allí se van a beneficiar de mis conocimientos y de alguna u otra forma se van a aprovechar de vuestra inversión.

Soy consciente de que os debo mucho dinero, y no os lo voy a devolver. Pero os prometo que lo he intentado, muchos investigadores se encuentran en la misma situación que yo y parece que la situación no va a cambiar, así que solo puedo decir que lo siento.

PD: Me llevo a una licenciada conmigo, perdonadme de nuevo.

Víctor Casado

Doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos e Ingeniería Química