Cómo elegir las telas de las cortinas y para tapizar el sofá

Cómo elegir las telas de las cortinas y para tapizar el sofá

Presentes en prácticamente todas las estancias de la casa, las telas que visten nuestra vivienda representan un papel vital a la hora de aportar calidez y estilo a cada una de ellas. Lógicamente, los gustos personales son los que determinarán la elección de las mismas en cada caso, aunque conviene no olvidar otras cuestiones más funcionales y técnicas que ayudarán, no sólo a que luzcan en todo su esplendor, sino también a que resulten más duraderas.

Hemos pedido a varios expertos —Jorge Corominas, director de márketing de Grupo Lamadrid; Jesús Garabieta, director creativo de Gastón y Daniela; y Carmen Barasona, directora de Barasona Diseño y Comunicación— que nos den unos consejos básicos para acertar con los tejidos más adecuados para cada uso.

TELAS PARA CORTINAS

"Resistentes a la acción de la luz y con buena caída". Éstas serían las condiciones básicas que deberíamos pedirle a un tejido para confeccionar una cortina, según el director de márketing de Grupo Lamadrid, Jorge Corominas. Pero no las únicas. La interiorista Carmen Barasona coincide con él en estos aspectos, aunque añade: "Dependiendo de la función que le queramos dar a la cortina, debemos prestar especial atención a su composición. Por ejemplo, utilizar terciopelo, piqué o damasco para absorber la luz del ambiente o, si por el contrario, se desea una atmósfera más luminosa y evocadora, optar por visillos de gasa o de organza, que dejan pasar mucha luz". Y todo ello, sin olvidar cuestiones como que sean "tejidos lavables, con cuerpo, con un buen forro para evitar que pierdan el color y, por supuesto, que decoren y vistan las estancias", apuntan desde Gastón y Daniela.

Composiciones y tejidos

Preguntados sobre los textiles que mejor reúnen todas estas características, los tres expertos coinciden en asegurar que "en principio, cualquier tipo de tela debería servir para cortinas, siempre y cuando tenga la textura que se precisa para la confección", dice Jesús Garabieta, director creativo de Gastón y Daniela, quien añade que "habitualmente, se suelen utilizar telas más ligeras y de menos resistencia al uso que cuando se trata de tapizar".

Linos, algodones y sedas se sitúan a la cabeza aunque, tal y como afirma Jorge Corominas, "hoy cualquier tejido puede tener estas características, tanto si son naturales como sintéticos, por lo que en ocasiones la diferencia entre una seda o un poliéster puede llegar a difuminarse, sobre todo con la calidad de los tintes actuales, que ofrecen una gran resistencia a la luz". Carmen Barasona apunta otro factor clave en la elección, el del gusto personal: "Los tejidos para confeccionar cortinas son muchos, pero yo destacaría el terciopelo, por sus propiedades de alta resistencia, fácil mantenimiento y una espectacular presencia".

TELAS PARA TAPICERÍAS

Cuando se trata de tejidos para tapizar, los requisitos son distintos, del mismo modo que lo es el desgaste al que se verán sometidos por el tipo de uso que se les da. "La resistencia, tanto al desgaste y la abrasión como a que haga pelotillas, es vital en una tela para tapicería, junto con el hecho de que sea lavable", asegura el director de márketing de Grupo Lamadrid, quien aconseja fijarse en la etiqueta del tejido y, concretamente, en el número de ciclos según el test Martindale: "Por encima de los 15.000 ciclos de resistencia se consideran tejidos tapiceros, aunque para tapizar muebles de poco uso basta con que tengan 10.000 y, por el contrario, si buscamos una tapicería sometida a un uso intenso, conviene decantarse por una de 25.000 ciclos".

"Para tapicerías se deben utilizar tejidos muy resistentes, que garanticen su durabilidad. Además, suelen ser de tejido grueso y combinando fibras naturales, para que la resistencia que ofrezcan sea la adecuada", aseguran también Carmen Barasona y Jesús Garabieta. Este último añade que "normalmente a las tapicerías se le suele pedir mas textura".

De buena calidad

"El terciopelo, la chenilla o la mezcla de lino, algodón y viscosa son algunas de las tapicerías más recomendadas para muebles de uso diario", explican desde Gastón y Daniela. "Los textiles por excelencia para tapicería son muchos: la pana, la lona, el terciopelo, la loneta... Y son interesantes también las tapicerías de jacquard y brocado, dos tejidos muy gruesos que proporcionan la resistencia que necesita un tapizado, aparte de presentar una rica estética de dibujos y relieves", explica al respecto Carmen Barasona. "Hay telas muy tapiceras de cualquier composición", concluye Jorge Corominas, quien añade un dato interesante: "Al final, este tipo de producto depende mucho del asesoramiento de un profesional de confianza".

Cómo reconocerlos

Más allá de la composición de cada tela, hay algunos aspectos de las mismas que nos pueden indicar si son adecuadas para tapizar muebles. "Una tapicería de buena calidad se reconoce, en primer lugar, comprobando que se trata de un textil resistente y compacto, que al tensarlo no se deforma ni producen aperturas en la trama del hilo. En segundo lugar, hay que consultar si se trata de una tela tratada contra el fuego, las manchas y las arrugas. Y por último, una vez ya hecho el tapizado, es conveniente examinar bien los acabados de la confección", aconseja Carmen Barasona.

"El grosor de la tela, el hecho de que sea bien tupida y que aguante bien un tirón son algunos indicadores de una buena tapicería", coincide Jorge Corominas. "La textura y el tacto son muy importantes, al igual que el peso y el cuerpo de la tela", corroboran desde Gastón y Daniela.

Tratamientos antimanchas

De un tiempo a esta parte, se han popularizado las tapicerías con tratamientos antimanchas, "muy prácticas cuando se tienen niños y para zonas como cocinas o exteriores", en palabras de Jorge Corominas, quien explica además en qué consisten: "Se trata de resinas que se impregnan en el tejido y que impiden que las manchas penetren en el mismo sin por ello modificar su aspecto o textura".

"Los tratamientos antimanchas protegen los tejidos, facilitan su limpieza y hacen que resulten más duraderos y se mantengan como el primer día", resume Carmen Barasona. "Son tejidos muy demandados en casos de mucho uso para facilitar el mantenimiento de la tela", según explican desde Gastón y Daniela, aunque advierten que "estos tratamientos repelentes de manchas no duran para siempre".

¿NATURALES O SINTÉTICOS?

Son tantas las fibras, naturales y sintéticas, con las que se elaboran los tejidos y tan diversas las mezclas que se realizan de las mismas que resulta obligado preguntar a nuestros expertos qué ventajas e inconvenientes plantean cada una de ellas.

"En el hogar, y en todo espacio interior, los tejidos naturales son la mejor opción, ya que mantienen las propiedades de las fibras que los conforman: suavidad, frescura, cualidades térmicas… Poseen una alta resistencia mecánica y son 100% renovables y biodegradables, razones más que suficientes para elegirlos frente a las fibras sintéticas, fruto de un proceso químico que da como resultado tejidos que no dejan transpirar con naturalidad el cuerpo y no son biodegradables", se muestra tajante la interiorista Carmen Barasona.

"Yo, personalmente, prefiero siempre los tejidos naturales pero, por necesidades específicas, como puede ser conseguir una mayor resistencia, cada vez más se incluyen proporciones pequeñas de fibras sintéticas en la composición final de una tela", explica al respecto el director creativo de Gastón y Daniela, quien apunta otro uso interesante de los tejidos sintéticos: "En algunos casos, reemplazan a la seda natural, que tiene el inconveniente de su elevado precio y su poca resistencia al uso".

"Siempre resulta más agradable un tejido natural, con un buen tacto y una estética de gran calidad. Pero hoy día hay telas de alto nivel de cualquier composición", asegura el director de márketing de Grupo Lamadrid.

¿LISOS O ESTAMPADOS?

Más allá de nuestros gustos personales, hay algunas cuestiones que hay que considerar en el momento de decidirnos por unos u otros. "El perfecto escenario es el resultante de la combinación de lisos y estampados, para lo que conviene ponerse en manos de un profesional que consiga un efecto equilibrado", aconseja Jorge Corominas.

"Los tejidos lisos y los estampados en combinación hacen que cualquier ambiente cobre un gran atractivo. Por ejemplo, una habitación con cortinas lisas, un cubrecama estampado y un sillón brocado compartiendo tonos y mezclando texturas puede pasar de ser un entorno sencillo a un gran espacio", asegura Carmen Barasona, quien también recomienda "recurrir a un profesional para no pecar en exceso de mezclas, tanto en lo que se refiere a la textura como a las tonalidades".

"Todo vale, siempre que obtengamos el objetivo deseado. Con el estampado se consiguen más efectos y, sin embargo, el uso de lisos es más limitado en cuanto a resultados decorativos. La única precaución que hay que tener es que no nos desviemos del guión de lo que queremos conseguir", concluye Jesús Garabieta. "Los tejidos lisos siempre se pueden usar para todo y nunca fallan. Sin embargo, en lo que respecta a los estampados hay que tener en cuenta el tamaño del dibujo a la hora de tapizar muebles pequeños, como sillas o bancos. Cuanto mayor sea el estampado más tela será necesaria para cuadrar los motivos, aunque también es verdad que un estampado aporta modernidad y movimiento a un espacio", apuntan desde Gastón y Daniela.

CUESTIÓN DE ESTILO

"Efectivamente, hay telas adecuadas a según qué estilo", comenta Carmen Barasona. "Por ejemplo, un tejido de lino es perfecto para una estética rústica; uno de algodón, como la pana, aporta un toque clásico; un brocado o jacquard es perfecto para completar un estilo romántico y elegante".

"Hay telas que transmiten estilos más clásicos, como por ejemplo un damasco, o más modernas, como la tendencia a los dibujos geométricos. Pero hoy en día las telas son muy versátiles y permiten mezclar diferentes estilos para crear ambientes eclécticos y contrastados”, aseguran desde Gastón y Daniela.

A GUSTOS, TENDENCIAS

Dada la gran variedad de tejidos, coloridos y estampados que protagonizan los textiles para el hogar, son también muchas las tendencias que nos apuntan los distintos especialistas al respecto. "Hay una gran oferta de motivos florales y tropicales en lo que respecta a estampados, mientras que en lisos triunfan las fibras naturales como linos, algodones y mezclas", apunta el director de márketing de Grupo Lamadrid.

Coincide con él la interiorista Carmen Barasona, para quien "las últimas tendencias en textiles para el hogar son el uso de tejidos naturales con colores que nos transportan a la naturaleza y la combinación de diferentes texturas y estampados con elementos orgánicos. Y el terciopelo, que siempre está en alza”.

Desde Gastón y Daniela afinan más aún: "Los tejidos muy naturales, como los linos, y también telas con texturas y tramas muy marcadas, los ikats y los geométricos, así como los bordados son telas que nunca pasan de moda" aseguran desde sus tiendas, a lo que su director creativo añade que "tendencias hay muchas, pero quizá la más destacable en los últimos tiempos es el intento de retomar el color como respuesta a tantos años de monocromía".

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