El cuento del ratón más famoso de España que surgió por un encargo de una reina para su hijo
Luis Coloma lo escribió sin saber que se convertiría en una tradición infantil universal.

A finales del siglo XIX, un sencillo gesto de madre acabaría dando lugar a uno de los personajes más queridos por generaciones de niños. La reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, conmovida por la caída del primer diente de su hijo, el futuro Alfonso XIII, encargó un cuento especial al escritor y sacerdote Luis Coloma.
El reusltado fue un relato protagonizado por un pequeño roedor que cambiaría para siempre la forma en que los más pequeños viven la pérdida de sus dientes: El Ratoncito Pérez. Lo que no sabía su autor es cómo su obra acabaría traspasando generaciones y fronteras dando lugar a una de las tradiciones más universales del mundo hispanohablante.
Con el tiempo, este encargo privado se convirtió en un símbolo cultural. El cuento, escrito en 1894, narra cómo el joven rey Buby –el apodo con el que su madre llamaba al pequeño Alfonso– emprende un viaje de la mano del ratón, que le muestra la realidad de los niños más humildes de su reino. A través de esta fábula, el pequeño monarca aprende valores esenciales como la empatía, la justicia y la generosidad.
De la balística al sacerdocio
El autor del cuento, Luis Coloma, estudió Derecho en la Universidad de Sevilla y llegó a ejercer como pasante en Madrid, hasta que recibió un disparo en 1872, cuyas causas aún se desconocen. Sea accidente o intento de atentado, Coloma se recuperó milagrosamente. Convencido de haber recibido una segunda oportunidad, decidió entregarse al sacerdocio e ingresó en la Compañía de Jesús.
Además de sacerdote, Coloma fue un destacado escritor, crítico social y periodista, conocido por obras como Pequeñeces (1890), una feroz sátira sobre la alta sociedad madrileña, que causó gran polémica en su época.
La casa del Ratón Pérez
En el cuento original, el Ratoncito Pérez vive dentro de una lata de galletas en la confitería Prast, ubicada en el número 8 de la madrileña calle Arenal. Ahora, ese lugar se ha convertido en Casa Museo del Ratón Pérez. Desde su inauguración en 2008, este espacio se ha consolidado como un lugar de peregrinación para niños y nostálgicos que desean conocer más sobre la historia del roedor más generoso de la literatura infantil española.
