¿Cuál es el secreto de la cadena de pollo frito que conquista a media España?
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¿Cuál es el secreto de la cadena de pollo frito que conquista a media España?

Popeyes ha implantado un nuevo concepto de comida rápida, apostando por el producto de origen local de calidad, respetando la receta tradicional de Lousiana y siguiendo un proceso de elaboración muy cuidado.

POPEYESNacho Martin

Apostar por la sostenibilidad, el producto de proximidad y la calidad de la materia prima no es una simple tendencia en restauración y alimentación, es la exigencia de un consumidor responsable, educado en nutrición y sensibilizado con el planeta.

Poco a poco, los diferentes actores del sector gastronómico están decidiendo aceptar el compromiso con estos valores saludables, conscientes y sostenibles. La cadena Popeyes lo entendió así desde el principio.

Hace apenas tres años que esta marca de restaurantes especializados en pollo frito al estilo Lousiana llegó a España decidido a implantar un nuevo concepto de comida rápida y derribar algunos de los prejuicios que se asociaban a esta etiqueta, apostando por la calidad, por el producto local y por tratar de reducir el impacto medioambiental, minimizando el uso de plásticos y gestionando correctamente los residuos.

Apostar por el producto local

Aunque el compromiso con la calidad es un valor añadido en todas las etapas del proceso, para Popeyes, el secreto de su éxito es el cuidado excepcional que pone en la elección de la materia prima, en el uso de producto fresco y local como sinónimo de esa calidad.

Actualmente, un 75% de la materia prima que adquiere Popeyes procede de suministradores locales. Por ejemplo, su principal ingrediente, el pollo es fresco y 100% de origen nacional: las dos toneladas consumidas en 2022 procedían de granjas ubicadas en Navarra, Cataluña y Castilla y León. Además, todas certificadas con el sello Welfare Quality y AWIN que garantizan el bienestar animal.

La proximidad también es el elemento distintivo del resto de alimentos. La lechuga, el tomate y la cebolla consumidos por Popeyes son de Murcia, famosa región por la calidad de su huerta. El aceite de oliva se adquiere en Jaén, y la harina, en Castilla-La Mancha y Aragón.

Esto, además de generar un menor impacto ambiental —reduce emisiones y gastos—, garantiza el trato y el cuidado excepcional de todas sus materias primas y aporta riqueza a las comunidades en las que opera.

Y siguiendo estas directrices medioambientales, el 100% del packaging se desarrolla con alternativas sostenibles y proviene de fábricas ubicadas en Santander.

También han implementado un cuidadoso proceso de gestión de residuos que se traduce en un estudiado protocolo de reciclaje en sus restaurantes y en la recogida del aceite usado que ha servido para producir, solo en 2022, de 100.000 litros de biodiesel.

Mimar la elaboración

El compromiso por la calidad va más allá del origen nacional de los productos y los alimentos de la despensa de Popeyes también están libres de conservantes, colorantes y aromas artificiales. La marca responde así a la demanda del consumidor consciente, que quiere eliminar de su dieta cualquier alimento procesado, y que apuesta por una alimentación natural y sostenible.

Con estas materias primas, conseguir el perfecto pollo frito — crujiente por fuera y jugoso por dentro— a la hora de elaborarlo ya solo es cuestión de mimo y tiempo: en Popeyes la carne se marina durante 12 horas en una mezcla de especias cajún, respetando la receta tradicional de Lousiana, pero apostando por el mejor producto local.

Aseguran desde la cadena de restaurantes que la figura del chef es fundamental en el proceso de cocinado, pues es el responsable de rebozar a mano diariamente la carne y de controlar la temperatura del aceite para darte la textura perfecta a cada pieza.

Y así, los dorados y humeantes bocados de pollo hacen las delicias de los comensales que, como bien dice la campaña de Popeyes, cuando prueban, repiten, repiten, repiten, repiten...

MOSTRAR BIOGRAFíA

Mila Fernández es editora de branded content y redactora de LIFE en 'El HuffPost'. Convertir a los lectores en seguidores fieles de nuestras marcas es su objetivo. Antes fue redactora de viajes, estilo de vida y entrevistadora en varias publicaciones femeninas y de viajes. Además, ha sido locutora y presentadora y esa espinita se la saca conduciendo nuestro podcast 'Tarjeta Morada'.