Adiós a pelar la piel: advierten del tesoro nutritivo que acaba cada día en la basura
Puede marcar la diferencia.

La fruta es una comida fundamental en cualquier dieta si se quiere mantener un estilo de vida saludable. De hecho, los nutricionistas recomiendan habitualmente consumir alrededor de cinco piezas de fruta al día.
Una de las más consumidas es la manzana, por sus diferentes variedades, texturas y sabores, además de por sus múltiples propiedades. La manzana es rica en vitaminas y antioxidantes, además de aportar hidratos de carbono de buena calidad.
Al comer las manzanas existen dos tipos de personas, las que pelan la piel y las que no. Según los expertos, tomar la piel es fundamental para no desperdiciar ninguno de los nutrientes de las manzanas. Tal y como explica la FEN, la manzana contiene dihidroxichalconas, "un tipo de flavonoides que se encuentran exclusivamente en las manzanas y sus derivados" y que se localizan especialmente en la piel de la fruta, dependiendo del tipo de manzana.
La piel de la manzana también sirve para hacer infusiones con ella que tienen poder antiinflamatorio. Para prepararlas hay que lavar muy bien la manzana, pelarla y separar la piel en un bol. Es importante que estén completamente secas, por lo que hay que dejarlas secar al aire durante un tiempo.
Posteriormente hay que colocar la piel en una tetera y añadir agua caliente. Si se quiere añadir algún tipo de especia como canela o clavo se puede hacer para darle un poco más de sabor. Por último, hay que dejarlo reposar bajo la tapa de la tetera durante unos diez o quince minutos y lista para disfrutarla.