El pueblo de Cáceres en el que para ir al ayuntamiento tienes que acudir a una pedanía porque tiene más habitantes
Una distribución que responde a decisiones prácticas.
En la provincia de Cáceres se alza un enclave que guarda una curiosa anomalía administrativa que no pasa desapercibida. En el corazón del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara se encuentra uno de los pocos pueblos de la geografía española que no tiene su ayuntamiento en la población que da nombre al término, sino en una de las pedanías. Una distribución que responde tanto a la evolución demográfica como a decisiones prácticas.
Se trata de Cabañas del Castillo, el núcleo de población más pequeño de los cuatro que conforman a la localidad, junto a Roturas, Retamosa y Solana. Entre todas suman apenas 300 vecinos en un territorio marcado por su cuarcita, alcornocales y valles abruptos que han convertido al lugar en destino para senderistas y amantes de la geología. Concretamente, Cabañas del Castillo destaca por su espectacular fortaleza en lo más alto del enclave.
El alcalde de la localidad, Jesús Hormeño, explica que la cabecera tradicional del pueblo es Cabañas del Castillo pero que, hace años, la gestión y muchos servicios se desplazaron a Roturas porque allí vive la mayor parte de la población. “Roturas es el pueblo más grande de los tres y, hace décadas, se optó porque el consistorio estuviese ubicado allí, aunque iba rotando”, cuenta en declaraciones recogidas por El Periódico.
Dependencias municipales propias
El regidor también señala que, aunque no existen alcaldes pedáneos, en los plenos se convoca representación de los otros núcleos para garantizar la participación. La realidad demográfica refuerza esta decisión: Cabañas del Castillo es el núcleo más pequeño, con poco más de una veintena de habitantes. Por su lado, Solana suma unas cuarenta personas, Retamosa unas setenta y Roturas tiene más de doscientas.
Pese a que la sede administrativa reside en Roturas, cada núcleo mantiene sus dependencias municipales. Solana dispone de casa consistorial y un espacio cultural donde una vez a la semana se desplaza una trabajadora municipal para atender trámites. Retamosa rehabilitó su antiguo consistorio como centro cultural gracias a una subvención de Aprodervi, así como suele disponer también de un empleado municipal alguna vez por semana.
En Cabañas del Castillo, donde no hay edificio municipal, muchas gestiones administrativas se realizan en espacios comunitarios como el consultorio médico. El pueblo mantiene además un albergue que acoge peregrinos y viajeros. El castillo que corona las peñas y los imponentes canchos siguen siendo el principal reclamo. Los senderos que facilitan el acceso a la fortaleza y miradores naturales convierten a Cabañas y sus alrededores en un punto atractivo para el turismo de naturaleza dentro del geoparque.