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Todos los que busquen fresco en verano pueden visitar la cueva helada más alta del mundo sin salir de España

Todos los que busquen fresco en verano pueden visitar la cueva helada más alta del mundo sin salir de España

Un enclave donde las figuras de hielo te dejarán sin palabras.

Dos personas fuera de una cueva oscuraGetty Images

Con las olas de calor cada vez más frecuentes y los termómetros alcanzando cifras altísimas, este verano se dispara la búsqueda de refugios frescos donde mitigar el agobiante calor. Ríos de montaña, piscinas naturales, senderos sombríos y grutas ocultas se convierten en destinos codiciados para aficionados al aire libre y aventureros que no quieren renunciar a su pasión pero tampoco morir de calor en el intento.

Por ello, hoy te traemos un refugio veraniego con un encanto peculiar. Se trata de la Gruta de Casteret, considerada la cueva helada más alta del mundo. Ubicada en la vertiente española de los Pirineos junto a la Brecha de Rolando, esta cavidad debe su nombre al famoso espeleólogo francés Norbert Casteret, que fue quien la descubrió en junio de 1926. Aunque el acceso a esta cueva está prohibido, se pueden recorrer diversos senderos de su alrededor que prometen ser un respiro térmico.

Situada dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Aragón, esta cavidad se eleva a más de 2.700 metros de altitud y alberga en su interior numerosas figuras de hielo que suponen un espectáculo visual que asombra por su belleza. Desde su hallazgo, la Gruta de Casteret fue conocida en los pueblos de pastores locales como “Espluca Negra”, y hasta hace unas décadas estaba abierta al público aventurero.

Un paraíso helado

En su interior se conserva un glaciar subterráneo bañado por un extenso lago helado que origina impactantes estalactitas y estalagmitas de hielo, algunas de ellas de hasta 25 metros de altura. Se trata de un espectáculo de hielo fósil, es decir, agua congelada desde hace miles de años que se ha conservado gracias a la temperatura constante de la cueva que se sitúa debajo de los 0º C. Hay incluso una gran cascada apodada como el “Niágara helado” por su grandiosidad.

Sin embargo, para preservar este patrimonio geológico, las autoridades del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido clausuraron hace años el acceso, instalando una reja en su entrada. Hoy, sólo los científicos con los permisos adecuados pueden internarse en sus galerías con el fin de estudiar la evolución del hielo, para lo que llevan a cabo mediciones de temperatura y muestreos de hielo fósil que datan de miles de años.

En la última campaña de campo realizada, un equipo observó un notable adelgazamiento de los depósitos de hielo vinculado al aumento de las temperaturas en los Pirineos. Esta pérdida progresiva del volumen en la Gruta de Casteret pone en peligro un escenario subterráneo único. No obstante, mientras prosiguen los estudios para preservar este enclave, la ruta hasta la gruta sigue figurando entre las más legendarias para montañeros expertos.