¿No dan ganas de vomitar al saber que en las elecciones autonómicas del País Vasco del 25 de septiembre de 2016, además de que Pedro Sánchez perdió, y de que Podemos pasó por encima del PSOE, y de que Mariano Rajoy es un gran líder que gana sin mover una pestaña, los representantes de los que mataban y los representantes de los murieron consiguieron el mismo número de votos?