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Evita podar estas plantas en otoño o tendrás un resultado decepcionante en primavera

Evita podar estas plantas en otoño o tendrás un resultado decepcionante en primavera

Algunas plantas requieren de poda o de cuidados específicos antes de la bajada drástica de las temperaturas, pero hay otras con las que es mejor esperar.

Rosas rojas y Hortensia azules en un jardín en una imagen de archivo.Getty Images

En los meses de otoño, muchos jardineros aficionados se afanan para dejar sus jardines a punto para la llegada del frío. Algunas plantas requieren de poda o de cuidados específicos antes de la bajada drástica de las temperaturas, pero hay otras para las que es mejor esperar hasta la primavera, así que mucho ojo. 

La revista Desired ha señalado siete flores y plantas con las que es mejor tener paciencia y no podar en los próximos meses, ya que se puede provocar una "floración decepcionante o incluso la muerte de la planta". 

En primer lugar destaca las hortensias. Estas plantas forman en otoño sus capullos florales para el año siguiente a finales del verano, por lo que podarlas en otoño implica eliminar todas las futuras flores. Las cabezas marchitas protegen a su vez los delicados capullos de las heladas. De esta forma, solo cuando aparezcan los nuevos brotes en primavera será el momento para podar con cuidado las flores viejas. 

Mientas, para los rosales es aconsejable esperar hasta febrero o marzo para la poda principal. Esto se debe a que los brotes más largos proporcionan protección contra las heladas y el viento. Adelantar la poda principal a otoño haría la planta más susceptible a la nieve y las heladas, que podrían penetrar más profundamente en los brotes. Eso sí, los brotes muy largos, que podrían romperse con las tormentas, sí es aconsejable recortarlos en un tercio.

Las hierbas ornamentales como la hierba de la pampa, la hierba plateada china o la espiguilla son perfectas para la decoración del hogar en invierno con sus tallos secos, que protegen el corazón de la planta de la humedad y las heladas, así que evite podarlas. Opte mejor por esperar hasta finales de primavera, antes de que empiece el nuevo crecimiento.

La equinácea desarrolla en otoño unas características cabezuelas cónicas que no solo son decorativas, sino que también son una valiosa fuente de alimento para las aves. Los tallos protegen, además, el centro de la planta perenne de las heladas y la humedad. Por ello, conviene esperar para podar a la primavera, cuando aparezcan los primeros brotes.

Los rododendros y azaleas son especialmente sensibles a la poda otoñal, ya que florecen en primavera y en otoño ya han formado sus brotes para el año siguiente. Así, la poda en esta estación solo reduciría o destruiría las flores. De hecho, estos ejemplares requieren poda en muy pocas ocasiones y, en esos casos, conviene hacerlo después de la floración, en mayo. 

No podían faltar en esta lista los ásteres de otoño, las últimas plantas que florecen, ya que pueden hacerlo hasta bien entrado noviembre. Sus tallos proveen de un hábitat durante la hibernación a muchos insectos, pero también reducen su resistencia frente a las heladas del invierno. ¿La mejor estación para podarlas? En primavera. Cuando comiencen a salir los primeros brotes nuevos será el momento de deshacerse de los tallos viejos. 

En último lugar resalta la lavanda, que aunque puede podarse con cuidado en otoño retirando solo las inflorescencias marchistas, si se hace de forma drástica puede ser vulnerable ante las heladas. Para ello es mejor aguantar hasta la primavera o en cuanto se terminen las bajas temperaturas. 

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