Los científicos estudian durante cuatro años el impacto del teletrabajo y llegan a esta "clara" conclusión
Trabajar desde casa puede beneficiar la salud mental.

Después de cuatro años estudiando el teletrabajo, los científicos lo tienen claro: trabajar desde casa nos hace más felices. La investigación, de la Universidad de Australia del Sur, comenzó antes de la pandemia del Covid-19, y reveló beneficios que cambiaron la vida "mucho más" de lo que nadie esperaba.
Según publica el medio francés Cmu, que ha consultado las conclusiones del estudio, una de las ventajas más destacables del trabajo remoto es el "tiempo extra". Antes de la pandemia, los australianos pasaban de media tres horas a la semana yendo y viniendo de la oficina. La reducción de estos trayectos significaron 30 minutos adicionales de sueño diario.
"Junto con un mejor sueño, los participantes notaron un cambio sutil, pero importante en la serenidad", reza la publicación. Menos "viajes estresantes" significaron "menos desgaste emocional", y, en consecuencia, "una mejora de la salud mental".
De acuerdo a la información difundida, el estudio muestra que el tiempo puede ser positivo en relación con la conciliación familiar. "Algunos lo invirtieron en sus trabajos, otros lo dedicaron al cuidado de la familia, y un tercio notable se dedicó a actividades de ocio".
Otro beneficio inesperado: la alimentación. Estar en casa, y más cerca de la cocina, hizo que los trabajadores se preocupasen más por las comidas. De hecho, "el consumo de verduras frescas, frutas y lácteos aumentó, mientras que el de comidas procesadas disminuyó".
Además, en la investigación se cuestionó como el trabajo remoto podría afectar a la productividad y a la cohesión en equipo. Sin embargo, los científicos concluyeron que el rendimiento "no sólo se mantiene, sino que a menudo mejora". "Cuando las personas controlan su propio horario y ubicación, su satisfacción laboral y su enfoque, aumentan drásticamente", afirma.
Sin embargo, "mantener fuertes los lazos sociales a distancia sigue siendo complicado". El estudio destaca que, "si bien los momentos casuales son más difíciles de replicar, muchos equipos encontraron formas innovadoras de mantenerse conectados virtualmente sin perder rendimiento o soporte", concluye la publicación.