Ni suciedad ni restos de jabón: esto es lo que significa si tu sartén tiene el fondo 'arcoiris' tras lavarla
Es menos preocupante de lo que parece.
Sacas la sartén del lavavajillas y observas una extraña capa azul grisácea que cubre el fondo y, bajo la luz directa, parece un arcoiris. ¿Te ha pasado? No pasa nada, tu sartén no se ha estropeado. Tampoco es suciedad ni restos detergente.
Este fenómeno es completamentamente natural y tiene una explicación científica. El divulgador Matteo Alviani, conocido en TikTok como @il_dexter, aclara en un vídeo que se trata del tinte térmico, un efecto óptico que ocurre cuando el acero inoxidable se expone a altas temperaturas.
El secreto está en el cromo, un componente del acero inoxidable que, al calentarse, reacciona con el oxígeno del aire o el agua, formando una finísima capa de óxido de cromo. Esta película no es visible como tal, pero refracta luz, generando esos colores iridiscentes. Es el mismo principio óptico que vemos en una burbuja de jabón al sol o en las alas de una mariposa.
Cómo eliminar esta 'mancha'
Entonces, ¿es necesario volver a lavar la sartén? La respuesta es no. El efecto es puramente estético y no representa ningún riesgo para la salud ni indica que el utensilio esté dañado. No obstante, si el brillo te molesta, existen dos métodos efectivos para eliminarlo. El primero es frotar suavemente con jabón y una esponja. El segundo es usar vinagre blanco o jugo de limón con un papel absorbente. Ambos eliminan la capa superficial sin esfuerzo ni daño.
En cualquier caso, cabe destacar que este tipo de 'manchas' son más comunes de lo que se cree, sobre todo si se cocina a temperaturas altas. Las sartenes de aluminio o con recubrimiento antiadherente no presentan este efecto, ya que no contienen cromo y reaccionan de forma diferente al calor.
Esta premisa ha quedado demostrad apor la ciencia. Según la revista Journal of Materials Processing Technology, la oxidación del acero inoxidable produce películas delgadas que alteran la refracción de la luz, sin afectar la estructura del metal. Lo que vemos es simplemente un juego de luz sobre una superficie temporalmente alterada por el calor.