Guía para entender (o no) la expulsión masiva de migrantes que planea la UE

Guía para entender (o no) la expulsión masiva de migrantes que planea la UE

ISMAIL ZITOUNY/REUTERS

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se reúnen en Bruselas este jueves y viernes para debatir, entre otros asuntos, sobre migración, "con énfasis en la cooperación con terceros países, las fronteras exteriores y los retornos". Traducido del lenguaje eurocrático, esto significa que hablarán de cómo conseguir que países como Turquía, Egipto o Túnez se queden con una buena parte de los que quieren llegar a Europa, debatirán sobre cómo cerrar Europa a cal y canto para los que llaman "inmigrantes económicos" y acordarán aumentar el número de deportaciones. Después de la solidaridad mostrada con los refugiados, "la UE pretende utilizar esa imagen de acogida como palanca para legitimar la expulsión decenas de miles de personas", advierte Peio M. Aierbe, miembro de la red Migreurop.

Traducimos algunos otros términos que manejan en Bruselas, porque después de la crisis griega y la de los refugiados, vamos a oír hablar mucho de deportaciones en los próximos meses:

MIGRANTES ECONÓMICOS FRENTE A REFUGIADOS

"Vamos a ver cómo los mensajes emitidos por la UE refuerzan la distinción entre refugiados y migrantes voluntarios", explica con preocupación Maria Giovanna Manieri, responsable de políticas migratorias en PICUM, la Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes indocumentados. Como explica Manieri, aunque no procedan de países en guerra, a menudo huyen de la pobreza extrema y de la violencia estructural de sus países, y también se juegan la vida recorriendo rutas largas y peligrosas para llegar a Europa.

Manieri cree que todavía "estamos a tiempo para cambiar la retórica". Explicar las razones por las que se van de sus países, su desesperación, y por qué deben ser bienvenidos: "Cómo contribuyen a la economía local, que no van a quitarnos el trabajo, etc".

Aierbe recuerda que no solo se verán afectados quienes intentan llegar, sino cientos de miles de personas que ya están aquí, "gente que ya tiene situación de arraigo, pero pierde el trabajo y pierde la regularidad, al margen de que lleve diez años en el país y tengan familia".

PAÍSES SEGUROS

Para acotar quién tiene derecho o no a pedir asilo, la UE trabaja en base a una lista europea común de lo que llama "países seguros", de forma que quienes no procedan de los que se consideran lugares de riesgo como Siria o Irak, no podrán acorgerse a las leyes internacionales que les garantizan el derecho a un refugio.

"¡El sistema es tan absurdo! Se están viendo cosas como que a los provenientes de Kabul (Afganistán) los rechazan porque estiman que es zona segura, al no estar en terreno controlado por los talibanes", asegura Peio M. Aierbe, del Centro de Estudios sobre Inmigración, Racismo y Xenofobia, Mugak. El también miembro de la Federación de SOS Racismo se pregunta si la recomendación de la UE es que los habitantes de Kabul no se acerquen a los mercados donde ponen las bombas.

Human Rights Watch le recuerda a la UE la sentencia del Tribunal Federal de Canadá que consideró que este tipo de inventario sirve para "marginalizar, discriminar y estereotipar".

MEJORAR LA EFICACIA DE LAS POLÍTICAS DE RETORNO DE LA UE

Cuando dicen "políticas de retorno" hablan de "deportaciones", según traduce Manieri. Para empezar, se expulsará a las más de 400.000 personas cuyas demandas de asilo han sido rechazadas en la primera mitad de 2015, según un documento de fuentes europeas al que tuvo acceso el diario británico The Times.

"La Comisión Europea y el Consejo hablan de una necesidad de identificación rápida y retorno/deportación", que según Manieri se traducirá en "personas en que en menos de 48 horas serán deportadas a sus países de origen o a países con los que la UE tenga acuerdos bilaterales, como Turquía o Marruecos".

La Comisión, explica esta experta, ha elaborado dos documentos dirigidos a los Estados miembro para agilizar las expulsiones. Uno, más técnico, es un manual de 100 páginas que desde una perspectiva legal apela al respeto a los derechos humanos al aplicar la Directiva de Retorno. El otro, más político y con un enfoque de seguridad, es un plan de acción de 17 páginas en el que por ejemplo se insta a los Estados miembro a "hacer uso de la detención" y les otorga "flexibilidad" en cuanto a las "condiciones de detención" en situaciones que consideren de emergencia. Los países que no cumplan con su "obligación" de deportar serán sancionados. "Es difícil pensar que esos dos documentos han salido de la misma Dirección General", dice incrédula Manieri.

HOTSPOTS

"Se asemejan bastante a campos de concentración", dice convencido Aierbe. Son centros de registro y retención de los demandantes de asilo que Angela Merkel y François Hollande pidieron a Italia y a Grecia que instalasen cuanto antes, y que preocupan mucho a las organizaciones humanitarias. En esos lugares será donde se preseleccione a quienes tienen opciones de recibir asilo y desde donde se devuelva de inmediato a sus países a quienes no.

"La gente no va a poder salir de allí. Además, quien llega tiene derecho a una asistencia letrada, a un intérprete, pero todas estas garantías van a a desaparecer en los hotspots porque en principio no habrá una decisión judicializada para cada persona", denuncia Aierbe.

REFUERZO DE FRONTEX

En los primeros nueve meses del año han llegado a Europa a través de sus fronteras exteriores 710.000 migrantes y demandantes de asilo. En todo 2014 fueron 282.000, según Frontex, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión. Ante el objetivo de aumentar las expulsiones, que será proporcional al elevado número de llegadas, la UE ha decidido reforzar el mandato de este cuerpo de seguridad y subir su presupuesto.

Si en algo hay consenso entre los miembros de la UE es en que quieren reforzar la vigilancia en las fronteras exteriores, aunque falta que se pongan de acuerdo en las "modalidades" para hacerlo, mientras las organizaciones humanitarias se quejan de que la UE da más prioridad a la seguridad que a las personas. La propuesta de la Comisión, apoyada con fuerza por Francia, de crear un cuerpo de guardia europeo para ese control no convence a otras capitales, que ven con recelo ceder soberanía.

READMISIÓN Y NEGOCIACIONES CON TERCEROS PAÍSES

Para Aierbe, hablar de "readmisión" es hablar de "chantaje y presión a países de la periferia, para que a cambio de ayudas económicas y visados -como exige Turquía-, acepten de vuelta a los migrantes que la UE expulsa". También significa "externalización del asilo y las fronteras a países circundantes". Para los que llegan, "es terriblemente problemático respecto a sus derechos". Para los expulsados, igual: "Está documentado que la situación en esos países no se ajusta a los derechos humanos, y les obligan a acogerles al margen de sus estándares".

Los líderes de la UE van a exigir a los países con los que existen acuerdos de readmisión que agilicen este proceso y también colocar la política de retorno en la primera línea de los futuros acuerdos que se negocien con otros socios.

FONDO DE EMERGENCIA EN ÁFRICA

Hace tres semanas, los líderes de la Unión Europea asumieron el compromiso de contribuir a un fondo de emergencia para África por valor de 1.800 millones de euros, para en teoría reducir en el origen las causas que empujan a muchos a emigrar. "Cuando escuchas a [Mariano] Rajoy diciendo que 'hay que ir a las causas', dices, ¡caray, parece que nos ha comprado el discurso", cuenta con sorna Aierbe, que recuerda que el Gobierno "le ha dado un tajo a la cooperación y el desarrollo, y no puede decir ahora que lo fundamental es eso".

Para contribuir realmente en el desarrollo económico de esos países, la UE debería "cambiar radicalmente su política de cooperación y desarrollo", dice Aierbe. Para empezar, Europa no cuestiona las estructuras corruptas en esos países, y, según este experto, buena parte de la ayuda se destina a "beneficiar a las empresas europeas".

Con la política de readmisión y la firma de acuerdos con terceros países, la UE explora aplicar el principio de más por más como una de las fórmulas para condicionar las ayudas al desarrollo a la colaboración de estos países.

MIGRACIÓN ILEGAL VS LEGAL

La UE, a la vez que pugna por "reducir los incentivos para la migración irregular", quiere "desarrollar una nueva política para la migración legal, atrayendo a trabajadores que necesite la UE". Aquí los expertos ven varios problemas. "La idea de la UE es que los migrantes cualificados son bienvenidos, pero los demás no", señala Manieri.

Para Aierbe, este enfoque de buscar a la gente que la UE quiere es "un absurdo", e insiste en que "todas las entidades e instituciones indican que el problema fundamental es que está cerrada la posibilidad de obtener visados en países africanos, a pesar de la necesidad de mano de obra de la UE".

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