10 consejos para ser más feliz en el dormitorio
Es probablemente la estancia más importante de la casa, el espacio donde descansamos y cargamos las pilas cada noche para estar activos al día siguiente. Y, sin embargo, a menudo lo tenemos abandonado, tan desordenado que solo queremos entrar para meternos en la cama, y sin mirar mucho alrededor, para no deprimirnos. Lógicamente, rodeados del caos, descansamos mucho menos.
Pero lo peor llega a la mañana siguiente, cuando, contrarreloj, tenemos que arreglárnosla para encontrar todo lo necesario y salir corriendo a trabajar, a llevar al colegio a los niños, etc. ¿Por qué no salimos de este bucle?
A los españoles no nos gusta el desorden, es más, nos produce frustración. Gastamos poco dinero en la casa (el 78% no tiene al hogar como una de sus cinco preferencias a la hora de invertir su dinero), y menos aún en el dormitorio, que modificamos cada 8-9 años de media. Pero nuestras necesidades cambian más rápido, lo que nos hace estar insatisfechos. Te damos 10 ideas para crear una habitación donde relajarse:
1. Analiza la situación. El primer paso es enfrentarse al problema. Echa un vistazo a la habitación. Lo que aprecias es desorden y falta de espacio para todo lo que has acumulado. Efectivamente, el orden es una cuestión que tiene que ver con optimizar el espacio y aprender a almacenar las cosas. Lo que tienes cabe mejor de lo que crees. Y si lo haces bien tendrás tu recompensa: más espacio. Lo necesitamos, para pasar y para relajar la mente. Espacios que se vean y que se sientan.
2. Pequeños cambios. El miedo a gastar, a hacer grandes revoluciones, nos paraliza. Pero ojo, no es necesario invertir mucho dinero para transformar tu habitación. Con pequeños cambios (a la vez o progresivos) podrás lograr el objetivo de tener un espacio relajante. No tienes por qué hacer una reforma completa del dormitorio. La clave no está en tener más metros, sino en aprovechar los que tienes mejor.
3. Muebles multifunción. No necesitas tener muchos, pero sí los adecuados. Lo importante es que sean polivalentes, de forma que nos ayuden a recuperar espacio para nosotros. Por ejemplo, un canapé abatible nos permitirá reducir sobremanera la acumulación en otros lugares de la habitación. También hay camas con cajones inferiores o, en su defecto, se puede aprovechar el espacio debajo de las camas para cajas de almacenaje.
4. Cada cosa en su sitio. Es importante que decidamos con cierta lógica qué almacenar en cada mueble. Por ejemplo, la mesilla de noche es ideal para las cosas más íntimas (ropa interior, gafas, libros de cabecera…). En una cómoda (que también podría estar en otra estancia) podemos poner camisetas, pijamas, jerséis, etc. Para el armario dejaríamos todo lo que necesita estar más estirado (vestidos, camisas, pantalones, etc). Y debajo de la cama o en el canapé abatible podríamos guardar mantas, ropa de otras temporadas, etc.
5. Vestir los interiores. Todos los muebles disponen de superficies diáfanas en su interior. Y tienes que ser consciente de que vestirlos por dentro, es decir, añadir compartimentos, te ayudará a tenerlo todo más a mano y encontrar las cosas más fácilmente (porque cada una tendrá un sitio específico). Hay accesorios para todo (pantaloneras, baldas para bisutería, corbateros…).
6. Cajas decorativas. Además de los muebles, hay otras fórmulas para almacenar que puede ayudarte a tener todo más recogido. Un ejemplo son las cajas o los cestos decorativos, que pueden estar debajo de la cama o –algunas son muy bonitas– en algún rincón visible. Sirven para guardar toallas, sábanas, etc. También los baúles auxiliares al pie de la cama pueden ser una buena solución.
7. Baldas, qué gran idea. Poner baldas también puede servir para aligerar otros espacios del dormitorio. Generalmente ocupan poco y, al estar en alto, no interrumpen el paso. Eso sí, de que lo que pongas en ellas esté más o menos ordenado depende también tu estrés visual.
8. Zapatos a sus zapateros. ¿Estás cansado de caminar por el dormitorio mientras pateas tus propios zapatos o los de otros? Hay zapateros de todos los tipos y colores que pueden terminar, por un módico precio, con esa extraña y desagradable sensación.
9. Dormitorio Zen. Más allá del orden y de los muebles, estar a gusto en el dormitorio también depende de otras cuestiones tan importantes como el tacto de la ropa de cama (suavidad en todos los aspectos), las luces (tanto las artificiales como la que dejes entrar desde la ventana) o los colores de muebles, paredes, estores, ropa de cama, etc.
10. Lo conseguirás. Si sigues estos pasos, seguramente, terminarás pasando más tiempo en el dormitorio. Pero eso conlleva también mayor capacidad para desordenar. No pierdas la conciencia sobre la importancia del espacio en tu descanso y, ya que te has tomado la molestia de ordenarlo todo, ocupa 5 minutos al día en mantenerlo siempre así. Y ten siempre muy a mano estos consejos de Ikea.