Bragas menstruales: qué son, cuánto absorben y cómo se lavan

Bragas menstruales: qué son, cuánto absorben y cómo se lavan

Este tipo de ropa interior se ha posicionado como una alternativa a compresas y tampones.

Piotr Marcinski via Getty Images/EyeEm

El tampón y la compresa ya no son los únicos métodos de higiene íntima durante la regla. Las copas menstruales van ganando cada vez más adeptas y se han coronado como una opción sostenible para ahorrar dinero y residuos. En esta línea, las bragas menstruales se presentan como otro aliado cómodo y respetuoso con el planeta y el cuerpo.

A pesar de que comienza a hablarse de ellas y marcas populares como Primark o Etam las han incluido en su catálogo, para muchos todavía son unas desconocidas y generan cierto rechazo. En gran parte, por el miedo a manchar la ropa o a que no absorban lo suficiente, pero la tecnología con la que están diseñadas evitan esos problemas.

Qué son y cómo funcionan

Las bragas menstruales son un tipo de ropa interior fabricada con varios tipos de tejidos capaces de absorber el flujo menstrual sin fugas y sin que la persona que lo lleva se sienta húmeda.

Para asegurarse de que aguantan varias horas, entre 8 y 12 en función del fabricante, las bragas llevan habitualmente tres capas diferentes. La primera es la que está pegada al cuerpo y suele ser de algodón y otro material que ayude a evitar la sensación de humedad. La segunda es la que lleva el tejido absorbente que hace que la braga sea capaz de neutralizar el flujo. Por último, la tercera lleva un tejido impermeable para evitar posibles fugas.

Todas son transpirables, incluyen algún material para neutralizar posibles olores y, al contrario de lo que se pueda pensar, no son más gruesas que cualquier otra braga.

Cuánto duran y cómo se lavan

Todo depende de cuánto se utilicen y de la cantidad de flujo de cada persona, aunque la mayoría de fabricantes indican 12 horas. Cuando se empieza a notar algo de humedad en la braga, es momento de cambiarla. Para conservarlas mejor, los fabricantes recomiendan lavarlas con agua fría para que el tejido absorbente no se degrade. De media, su vida útil es de dos años.

Después de cada uso es necesario enjuagarlas en una tina hasta que el agua se vuelve transparente y ya después, meterlas en la lavadora a una temperatura máxima de 30 grados. Además, algunas marcas aconsejan no utilizar suavizantes para cuidar el absorbente.

¿Hay varios tipos?

La mejor braga cada persona se elige en función de la cantidad del flujo. Thinx, la marca pionera en bragas menstruales, tiene una herramienta en su página web para conocer el nivel de cada uno y vende hasta cinco absorciones diferentes para adaptarse a todas las necesidades.

En Primark, por ejemplo, tienen dos opciones: de flujo ligero a medio y de flujo medio a intenso, que equivaldrían a tres y cuatro tampones respectivamente.

Al igual que con la ropa interior convencional, también hay varios diseños en función de los gustos de cada uno. En Thinx tiene modelos para todo tipo de tallas y con un amplio rango de siluetas. En Etam también hay multitud de diseños y para las que lo prefieran, también se venden en formato tanga.

Dónde se venden y cuánto cuestan

Al igual que con las prendas de ropa interior tradicional, las bragas menstruales están a la venta tanto en tiendas especializadas como en marcas de ropa íntima. La firma pionera a nivel mundial fue Thinx, mientras que en España fue Cocoro quien abrió camino, convirtiéndose en la primera marca en fabricar bragas absorbentes en Europa.

Las bragas también se pueden comprar en tiendas de ropa interior como Etam o Dim, y de moda low cost como Primark. Además, también hay disponibles diferentes modelos a través de Amazon, donde se pueden encontrar packs de diferentes colores o diseños, incluso con detalles en encaje.

En cuanto a los precios, las variaciones son pronunciadas en función de la tienda en la que se compren y de si forman parte de un pack o no. Según un informe que elaboró la OCU para analizar las bragas y las copas menstruales como alternativas sostenibles a compresas y tampones, el precio medio por una unidad está en 34 euros. En el estudio las encuestadas también se pone nota a estas bragas: un 4,2 sobre 5.

Una opción para las pérdidas de orina

Además de para el flujo menstrual, estas bragas se han convertido en una buena herramienta para personas con incontinencia o problemas de pérdida de orina. “Con la menopausia, estaba sufriendo una pequeña incontinencia derivada del estrés cuando corro en la cinta. Estaba haciendo que dejara de hacer ejercicio”, reveló Janet a The Guardian, en un reportaje en el que contó cómo las bragas habían cambiado su relación con el deporte.

Como ella, muchas mujeres las han empezado a utilizar como alternativa a las compresas para pérdidas de orina y marcas como Cocoro ya utilizan el reclamo para publicitar sus modelos, más allá de la menstruación.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.

  

Sobre qué temas escribo

Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.

 

Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.

 

Mi trayectoria

Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.

 


 

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