Un epidemiólogo de Harvard explica por qué Nueva York ha controlado la pandemia y Madrid no: es para llorar

Un epidemiólogo de Harvard explica por qué Nueva York ha controlado la pandemia y Madrid no: es para llorar

¿Casualidad? No parece.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.GETTY

Miguel Hernán, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, ha explicado en un hilo de Twitter por qué Nueva York ha conseguido controlar la pandemia de coronavirus mientras que Madrid está sufriendo un importante aumento de los contagios en las últimas semanas.

El experto aporta dos gráficos en los que se puede ver que las dos ciudades tuvieron una evolución similar, con un gran pico de casos en marzo. Tras decretar confinamientos para evitar el colapso sanitario, la localidad de EEUU ha conseguido mantener plana su curva mientras que en Madrid se ve un importante incremento.

De hecho, Hernán califica la situación de Nueva York como “controlada” mientras asegura que la de la capital de España es “alarmante”. Según explica, la situación sí se puede comparar porque ambas son ciudades grandes y densas con una gran red de transporte público y muchos visitantes.

Pese a ello, insiste el experto, en julio empezaron a aumentar los casos nuevos en Madrid hasta alcanzar una de las incidencias más altas de Europa. “Nueva York aún no ha registrado un aumento de casos nuevos”, subraya.

Hernán admite que quizá el número de casos nuevos no es la mejor referencia para medir la gravedad de la epidemia, por lo que compara también la ocupación hospitalaria en ambos lugares. Su conclusión es clara: en Nueva York no hay problemas mientras que en Madrid sí se avecinan y, además, “serios”.

Lo que ha ocurrido, según el experto, es que Madrid y Nueva York han dado “respuestas significativamente diferentes en términos de rastreo de contactos, número de pruebas y velocidad de reapertura”.

Por ejemplo, el estado de Nueva York tenía un mínimo 30 rastreadores por cada 100.000 personas antes de su desescalada. Eso se traduce en 6.000 en total, lo que significaría que para igualar esas cifras Madrid debería contar con cerca de 2.000. Pero nada más lejos de la realidad: tenía unos 200 rastreadores en julio.

Además, Hernán asegura que las cifras apuntan a que en Madrid no se están realizando suficientes PCR, dado que la positividad en Nueva York es del 1 o 2%, mientras que en la capital de España la cifra sube hasta acercarse al 20%.

El experto también señala el diferente ritmo de apertura que han tenido ambas ciudades y, para compararlo, se fija en la apertura de los interiores de los restaurantes, “posiblemente una de las principales fuentes de transmisión del virus”.

Hernán apunta que en Nueva York siguen cerrados y sólo abrirán el 30 de septiembre al 25% de su capacidad (50% el 1 de noviembre). Además hay protocolos estrictos que incluyen un despliegue de personal que garantiza que se aplica.

Mientras, en Madrid los restaurantes se abrieron ya en junio al 60% de su capacidad y los protocolos no se aplicaron de forma contundente, por lo que se han visto a menudo bares y mesas abarrotadas.

Hernán resume todo en pocas palabras: “Nueva York abrió la economía sin meter presión a los hospitales y confirmó sus credenciales como un lugar serio para hacer negocios. Simplemente haciendo lo que dicen los expertos desde marzo”.

El experto explica que un compañero le preguntó si Nueva York podría haber conseguido la inmunidad colectiva mientras que Madrid no, lo que explicaría el bajo número de casos en la ciudad estadounidense. Pero asegura que es improbable y explica que los estudios de seroprevalencia apuntan a que en ambas ciudades habría un porcentaje similar de personas con anticuerpos.

“Por supuesto, la mala suerte nunca se puede descartar en las epidemias. Una chispa en el momento adecuado puede provocar un incendio forestal en un lugar pero no en otro. Pero la mala suerte parece una mala explicación para las diferencias NY-Madrid después de comparar sus políticas de pruebas, rastreo de contactos y reapertura”, zanja Hernán.