Una chica compara sus fotos en bikini con 13 y 26 años para mostrar su aceptación

Una chica compara sus fotos en bikini con 13 y 26 años para mostrar su aceptación

En la primera se tapaba la tripa; en la segunda, ya había aprendido algo clave.

Para muchos, ser adolescente y tener que llevar bañador no era algo divertido.

Ponerse un bikini con 13 años y luego dirigirse a la piscina local a veces daba miedo: ¿Cómo te mirarían el cuerpo los demás niños en una etapa tan extraña de tu vida? Esos son los tipos de recuerdos que pueden quedar en la mente de una persona con la autoestima baja, un estado que suele desaparecer en la etapa adulta.

Por eso cuando Rachel Spencer, coach en Nueva York (EE UU), subió hace una semana a Instagram una foto de sí misma con 13 años, en bañador y tapándose la barriga, el mensaje no empezaba con tono alegre precisamente.

"Llevo un rato pensando en un buen subtítulo, pero esta foto me pone triste en cuanto la miro", escribe Spencer junto a la imagen doble: una de adolescente con las palabras "autoestima baja" y otra, una foto actual a sus 26 años con las palabras "reina del amor propio".

Rachel señala que la influencia social tuvo un papel muy importante en un momento demasiado temprano de su vida, y ojalá no lo hubiera tenido, opina.

"¿Quién enseñó a esa niña de 13 años que su pequeño cuerpo rollizo no se merecía un recuerdo fotográfico? Definitivamente, no fueron sus padres ni su familia; así que, ¿quién fue?", se pregunta Spencer.

La chica pasa a recordar las veces que sufrió bullying en su juventud por su peso. Y no por parte de chicas, sino por chicos, a los que veía como "amenazas". Cuando creció, las imágenes y los mensajes que le llegaban la derrumbaron.

"Las cosas empezaron a mejorar en el instituto, pero luego llegaron los medios y las redes. *Toc, toc* Cultura de las dietas, gimnasios, cremas celulíticas — ¿¿CELULITIS?? ¿¿¿Por qué con 13 años iba a estar preocupada por la celulitis??? Porque los medios decían que era mala. Que ELLA era mala y tenía que cambiar", prosigue Spencer.

Como muchas otras heroínas de Instagram, su motivo para compartir esta foto antigua que le producía dolor es recordar a los demás que su cuerpo es bello y que las imperfecciones siempre cuentan una historia.

"Hay una gran diferencia entre la chica cerrada de la izquierda que se tapa y la chica despreocupada y feliz de la derecha. La diferencia es el amor propio", afirma Spencer. "Yo misma lo aprendí. Tenía que hacerlo. Tenía que encontrar la forma de ser feliz. El proceso no fue rápido. Sigo trabajando en ello con 26 años".

Es cierto que el camino hacia la autoestima y el amor propio puede ser largo y escarpado. Pero nunca es tarde para llegar a la meta, para ponerse un bikini sin complejos y con una sonrisa en la cara. En palabras de Rachel: "No dejes que las opiniones de los demás arruinen tus preciosos recuerdos con amigos y familiares. Enseña a tus hijas lo que es presumir de las imperfecciones en la piscina. Y sin vergüenza. Porque eres GUAPA".

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Canadá y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano

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