Los marineros, navegantes y pescadores se ven obligados a vivir con los grandes tiburones blancos
Estos grandes depredadores se están desplazando más al norte del Atlántico, entre otras razones, por el aumento de la cantidad de focas en algunas zonas.

Los habitantes de la costa de Nueva Inglaterra y el Atlántico canadiense están aprendiendo a vivir con grandes tiburones balncos. A la fuerza, está habiendo nuevos avistamientos de estos grandes depredadores en lugares como Maine y Nueva Escocia.
Este verano fue avistado un tiburón de 2,4 metros frente a la costa de Scarborough (en la costa del mar del Norte de Inglaterra), algo que dejó perplejo a un experto estos animales, Rick Clough, que lleva casi 40 años pescando langista y erizos de mar precisamente en la costa de Maine, según Associated Press.
Los científicos atribuyen estos avistamientos al hecho de que haya mayor cantidad de focas en la zona y afirman que los bañista de estas zonas tienen, en realidad, muy bajo riesgo de mordeduras de estos tiburones.
Y es que nuevos datos demuestran que estos grandes depredadores se están moviendo aún más al norte, a New Hampshire, Maine e incluso más lejos, según el biólogo y pesquero senior Greg Skomal, del Departamento de Pesca Marina de Massachusetts y veterano investigador que está especializado precisamente en estos tiburones blancos.
Más al norte, en el estrecho de Cabot, que separa Nueva Escocia y Terranova, casi se ha multiplicado por cuatro, según el mismo estudio. Skomal ha explicado, además, que la duración media de la estancia de estos animales de estas aguas del norte ha aumentado de 48 a 70 días.
Y una de las principales razones de este cambio parece estar relacionada, afirman estos expertos, con las exitosas medidas de conservación de las focas en las costa de Nueva Inglaterra y Canadá debido a legislaciones como la Ley de Protección de Mamíferos Marinos.
Estos animales están protegidos en muchos países, en concreto en las aguas federales de Estados Unidos lo están desde 1997. Además, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza los clasifica como vulnerables, así que para muchos pescadores de estas zonas estas capturas han dejado de ser una opción.
En cuanto al peligro que pueden representar para los humanos, cabe resaltar que los casos que existen son realmente escasos. Como datos, el Museo de Historia Natural de Florida tiene un archivo internacional de estos ataque en el que figuran menos de 60 mordeduras mortales de tiburones blancos a humanos desde que existen registros sobre ello.
